Este artículo se publicó hace 13 años.
'Txapote' amenaza a policías en el juicio por el asesinato de dos guardias civiles
Espeta al tribunal de la Audiencia Nacional: "Dando duro hasta la independencia"
El ex jefe militar de ETA Javier García Gaztelu, Txapote, se negó este jueves a declarar en el juicio de la Audiencia Nacional por el asesinato de dos guardias civiles en Sallent de Gállego, Huesca, el 20 de agosto de 2000. Txapote reentonó la expresión abertzale "Jo ta ke Independentzia lortu arte", que significa "Dando duro hasta conseguir la independencia".
Tras este pronunciamiento, el presidente del tribunal, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, le advirtió de que "cualquier otra manifestción política" que no tenga que ver con el juicio conllevaría la expulsión de la sala, después de pedirle que guarde silencio en repetidas ocasiones.
El fiscal pide 75 años de cárcel para los tres miembros del comando Totto. Los acusados se enfrentan a delitos de asesinato terrorista, castigados con sendas penas de 30 años de prisión, y otro de estragos, por el que pide otros 15 años, La defensa también solicita que indemnicen a cada una de las familias de las víctimas con 500.000 euros.
'Txapote' ha protagonizado un enfrentamiento con los policías
Durante la vista el ex jefe de comandos de la banda terrorista ETA calificó el juicio de "teatro" mientras permanecía de brazos cruzados negándose a intervenir en la vista oral. Los acusados Asier Arzalluz Goñi y Aitor Aguirrebarrena Beldarrain repitieron dicho silencio a la hora de declarar.
Al término de la vista, Txapote se enfrentó con los policías que custodiaban a los acusados en la sala. Después de que el ex jefe militar intentara acercarse a Asier Arzalluz, un agente ha intercedido para separarles y Txapote ha respondido con amenazas.
Esta escena indignó a los familiares de las víctimas que se encontraban entre el público y que llamaron "asqueroso" y "basura" al etarra. "El juicio no es más duro de lo que nos han hecho", manifestó la madre de la guardia civil fallecida, Irene Fernández Pereda, refiriéndose al sufrimiento que le provocó revivir el atentado durante la vista oral.
La agenda de 'Txapote'Los agentes declararon que los acusados colocaron una bomba lapa, junto con José Ignacio Guridi Lasa, ya condenado por estos hechos, en los bajos de un vehículo del Instituto Armado aparcados "en el centro" de Sallent de Gállego.
Los agentes afirmaron que Guridi Lasa relató "abiertamente" tanto los nombres de los integrantes del comando Totto como sus objetivos. Los policías aseguraron además, que Lasa se entrevistó en varias ocasiones con Txapote en Francia y era éste el que "siempre marcaba todos los objetivos" del grupo.
'Txapote' habría arrancado varias páginas "por razones de seguridad"
Las Fuerzas de Seguridad incautaron una agenda en la que el dirigente de ETA escribía a mano su actividad en la organización criminal y a la que faltaban varias páginas que su autor habría arrancado "por razones de seguridad".
Por su parte, los guardias civiles recordaron que el vehículo atacado quedó "totalmente destruido", convertido en un "amasijo de hierros" y que el cuerpo de la agente Irene Fernández salió despedido a unos 8 o 10 metros del automóvil.
El representante legal del Ayuntamiento recordó el "cráter" que dejó la explosión, y varios amigos y compañeros de piso de Aguirrebarrena, afirmaron "no recordar" si éste acusado utilizó el coche en el que viajaron los etarras el 20 de agosto de 2000.
El juicio continuaEl juicio continuará el miércoles 27 de abril con la declaración del etarra Gudiri Lasa y la prueba documental. En esta causa están personados la acusación popular, ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que pide 80 años para cada uno de los acusados, y el Ayuntamiento de Sallent de Gállego, que se ha adherido a la misma petición de condena que el Ministerio Público.
El fiscal mantiene que, tras haber visitado la localidad a mediados de agosto de 2000, Aguirrebarrena facilitó a Guridi Lasa los explosivos que le había entregado Txapote en Francia.
El segundo elaboró una bomba-lapa en una cuadra de cabras que su familia poseía en la localidad guipuzcoana de Zizurkil, que éste mismo colocó el 19 de agosto de 2000 en los bajos de un Nissan Patrol de la Benemérita, para el posterior atentado que acabó con la vida de Irene Fernández Perera y José Angel de Jesús Encinas.
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