Este artículo se publicó hace 15 años.
Turquía rechaza al aspirante a dirigir la Alianza Atlántica
Erdogan se plantea vetar al favorito, el danés Anders Rasmussen
Las aparatosas celebraciones para conmemorar el 60 aniversario de la OTAN que tienen lugar hoy y mañana en Estrasburgo y la localidad alemana de Kehl podrían quedar ensombrecidas por la falta de acuerdo sobre quién será el futuro secretario general de la Alianza Atlántica.
El favorito para suceder al holandés Jaap de Hoop Scheffer, que se retira a finales de julio, es Anders Rasmussen, primer ministro danés. Pero Turquía puede vetar su nombramiento. Sería la primera vez en la historia de la organización militar que un país impone su veto sobre el secretario general.
En Ankara no han olvidado la actitud de Rasmussen durante la crisis de las caricaturas de Mahoma hace tres años. Las viñetas, publicadas en el diario danés Jyllands-Posten, desataron protestas violentas en el mundo musulmán contra intereses occidentales. Rasmussen se negó a pedir disculpas y a recibir a los embajadores de países musulmanes, alegando el principio de libertad de expresión.
"En los países con población musulmana hubo reacciones muy serias. Ahora estos países nos están llamando para que paremos esto [la candidatura]", dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el viernes pasado.
Erdogan llamó a su colega danés por teléfono para explicarle las objeciones turcas. El primer ministro turco, cuyo Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se inspira en el islam, ha protagonizado varios guiños hacia el mundo musulmán, como la espantada en el Foro de Davos en enero, cuando abandonó un debate con el presidente de Israel, Shimon Peres, en protesta contra la ofensiva militar en Gaza.
La alternativa polacaFuentes diplomáticas de otros países miembros de la Alianza también dudan de que el danés sea la mejor elección ante al mundo musulmán en plena guerra de las tropas de la OTAN contra los talibanes en Afganistán. Una alternativa podría ser el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorsi, pero el nombramiento de un diplomático de un antiguo miembro del Pacto de Varsovia sentaría mal en Moscú.
"Erdogan no se rendirá en este asunto", opina Yusuf Kanli, columnista del diario Hürriyet, crítico con el Gobierno del AKP. "No dudará en vetar a Rasmussen".
El tema de las caricaturas no es el único motivo del malestar turco con Rasmussen. Desde hace tiempo, Ankara pide a Dinamarca que cierre un canal de televisión kurdo, Roj TV, que emite por satélite desde Copenhague. Las autoridades turcas acusan a la emisora de apoyar al PKK, el ilegalizado grupo armado kurdo.
Recientes declaraciones del presidente de Turquía, Abdullah Gül, añadieron confusión sobre la posición de su país. Gül dijo el viernes pasado que en la decisión sobre el jefe de la OTAN no deberían influir factores religiosos. "Turquía no tiene una clara posición en contra de Rasmussen. Es uno de los dirigentes con más éxito en Europa", señaló Gül, que fue ministro de Exteriores con Erdogan antes de asumir la presidencia del país.
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