Tres hombres se queman a lo bonzo cerca de la plaza de Tiananmen

Tres personas se han prendido fuego este miércoles en el interior de un vehículo al ser detenidos por un control de policía cerca de la plaza de Tiananmen de Pekín, según informó la agencia oficial china, Xinhua. El incidente disparó los temores de protestas en un año lleno de aniversarios comprometidos para el régimen chino.

El próximo marzo se cumplen 50 años del levantamiento tibetano que forzó el exilio del Dalai Lama a India y un año de las revueltas violentas que sacudieron Lhasa, la capital de Tíbet. Este año también coincide con el 10 aniversario de la prohibición de la secta religiosa Falun Gong, cuyos miembros son perseguidos y encarcelados en China, y con el 20 aniversario de las manifestaciones estudiantiles en pro de la democracia en la plaza de Tiananmen.

La policía china informó que las tres personas que trataron de inmolarse - dos hombres y una mujer - eran peticionarios que venían a protestar a la capital, pero no dio detalles sobre los motivos de sus quejas. Cada año, miles de peticionarios viajan a Pekín para protestar frente al Tribunal central, su última esperanza para denunciar casos de expropiaciones forzosas, polución o de corrupción de los gobiernos locales.

Los hechos ocurrieron a las 14:50 de la tarde en el cruce entre la calle comercial de Wanfujing y la avenida Chang'an en dirección a Tiananmen, un tramo flanqueado por edificios oficiales, hoteles y centros comerciales. Dos de ellos, un hombre y una mujer, siguen hospitalizados. No hay información oficial de la tercera.

Dos fuentes citadas por Xinhua confirmaron haber visto a los tres individuos dentro del coche poco antes de que prendieran fuego, pero cinco horas después no había ninguna pista visible del fuego en el suelo. El tráfico era fluido y todo parecía normal a pesar de la fuerte presencia de controles policiales. Varios empleados de hotel y dependientes de tiendas de la zona consultados por Público dijeron "no haber visto nada" o se negaron a hablar del tema.

El año pasado, las autoridades mantuvieron a los peticionarios alejados por la fuerza de Pekín para mantener el orden social durante los JJOO. Seis meses después, las medidas de seguridad extremas vuelven a ser las protagonistas. Justo hoy han empezado las celebraciones del Año Nuevo Tibetano, que los grupos de tibetanos en el exilio han llamado a boicotear en señal de protesta.

En marzo se cumplen 50 años del exilio del Dalai Lama y el gobierno teme que se repitan las revueltas violentas de hace un año en Lhasa, en las que grupos tibetanos atacaron e incendiaron viviendas y negocios chinos para protestar por la represión social y cultural que sufren por parte de Pekín. Las fuerzas paramilitares mantienen bloqueadas las regiones tibetanas de China desde principios de febrero y Pekín ha suspendido la entrada de turistas a Tíbet hasta principios de abril.

Pekín también tiene por delante el 10 aniversario de la prohibición de la secta religiosa Falun Gong, con miles de seguidores en China. En 2001, la prensa oficial china denunció cinco intentos de auto-inmolación de seguidores de Falun Gong en la plaza de Tiananmen, pero los representantes de la secta en el extranjero no reconocieron los hechos.

El próximo 4 de junio se cumplen 20 años de la masacre de Tiananmen, en la que miles de estudiantes que se manifestaban en pro de la democracia murieron cuando el gobierno mandó al ejército. A las protestas estudiantiles de Tiananmen se sumaron las de campesinos y trabajadores, que expresaban su malestar por el empeoramiento de las condiciones laborales con la llegada del capitalismo y por la descolectivización de las tierras.

Los universitarios chinos de hoy son muy patrióticos y poco críticos con su gobierno, y es poco probable que protagonicen manifestaciones. Pero los más de 20 millones de inmigrantes que han perdido su trabajo por culpa de la crisis sí suponen una amenaza real al orden social.