La policía mexicana decidió el viernes prohibir los disfraces con máscaras en el desfile de la "Noche de Brujas" o "Halloween" en Tijuana, una ciudad situada cerca de la frontera con Estados Unidos y en la que la violencia relacionada con el narcotráfico ha causado la muerte este año a cientos de personas.

Aunque la noche de "Halloween" es una tradición estadounidense en la que la gente se disfraza de personajes fantásticos de terror, en Tijuana también se realiza un desfile, una costumbre derivada de su cercanía con el país vecino.

Los habitantes de Tijuana, uno de los principales puntos de salida de drogas ilegales de México a Estados Unidos, cruzan incluso la frontera hacia la vecina ciudad de San Diego, en California, para comprar sus disfraces.

La prohibición a las máscaras ya existía en el reglamento de la ciudad porque muchos delincuentes, sobre todo sicarios del narcotráfico o secuestradores, actúan enmascarados, aunque según explicó el director de la policía municipal en Tijuana, Julián Leyzaola, "se pasaba por alto en cada Noche de Brujas, pero esta vez sí se va a aplicar".

El oficial dijo a Reuters que toda persona que desfile enmascarada será detenida y se le pondrá una multa.

Los niños, sin embargo sí podrán llevar máscaras en esta fiesta.

En Tijuana, sede del cártel de las drogas Arellano Félix, también conocido con el nombre de la ciudad, han sido asesinadas 166 personas sólo en octubre y 530 en todo el año, incluyendo algunos niños, según datos de la Procuraduría de Justicia estatal.

La violencia por el narcotráfico no cesa a pesar de los operativos policiales y militares desplegados por el Gobierno del presidente Felipe Calderón. En lo que va de año, los enfrentamientos entre bandas rivales y con fuerzas de seguridad han dejado más de 3.700 muertos en todo el país.