Este artículo se publicó hace 13 años.
Tijeretazo en la antigua caja de la Iglesia
Al recorte de 668 empleos en Cajasur se sumará el ajuste de su ‘holding'
La primera fase del plan de ajuste de BBK en Cajasur afectará a 668 empleados de los servicios centrales y la red de oficinas de la caja, según el acuerdo firmado este martes por la entidad vasca y los sindicatos Aspromonte, CCOO y UGT. El plan contempla la aplicación de un ERE que supone 428 prejubilaciones (para las personas que cumplan 56 años antes del 31 de diciembre de 2013), 130 bajas incentivadas y 110 suspensiones de contrato durante cuatro años.
El acuerdo, al que ha tenido acceso Público, no entra en el ajuste de plantilla en la amplia red de empresas participadas de Cajasur, muchas de ellas inviables, ni en su Obra Social. Este recorte quedará para más adelante y a buen seguro elevará considerablemente la cifra de empleados afectados. La forma de abordar la cuestión en el acuerdo es muy diplomática, limitándose a fijar un "compromiso de que las medidas que fueran precisas para la reordenación o reestructuración de plantillas de las empresas participadas instrumentales y la OBS [Obra Social] serán negociadas con la representación laboral".
Público ya adelantó el 13 de noviembre que el ajuste de BBK en Cajasur sería de entre 600 y mil empleos, mucho más duro que el previsto por Unicaja (564).
Cajasur estuvo a punto de ser absorbida por Unicaja, pero la Iglesia y su sindicato afín, Aspromonte, reventaron el proceso en el último momento y dejaron la entidad en manos del Banco de España, que en julio se la adjudicó al mejor postor, BBK.
Ahora lo que era la caja de ahorro de la Iglesia es un banco propiedad de BBK, lo cual ha quitado mucho margen a los sindicatos, más aún en la penosa situación financiera de Cajasur. La "viabilidad" de la entidad "está en peligro", asumen la caja y los sindicatos en su documento conjunto. BBK se ha encontrado el suelo alfombrado donde Unicaja se topó con alambradas y campos minados.
AspromonteEl acuerdo, aunque prevé un ajuste más severo que el planeado por Unicaja, no es malo dadas las circunstancias. Cuando la caja vasca empezó a sentarse a negociar con los sindicatos en otoño advirtió de su intención de ahorrar hasta 50 millones anuales en gastos de personal. Finalmente el tijeretazo se quedará en 42 millones. Los empleados mantienen además el convenio de cajas de ahorro como "marco normativo básico, aunque pase a ser un banco", recoge el acuerdo.
Aspromonte, corresponsable del naufragio de la opción Unicaja y que llegó a airear que BBK llegaría con un plan de ajuste más suave que la entidad malagueña, se felicitaba por el acuerdo. Consultado por Público, su presidente, José Ignacio Torres, afirmó que la situación queda "mejor de lo que parecía". "Hoy no es momento de valoraciones, sino de felicitarse por el acuerdo y hacer un reconocimiento a la parte empresarial, que ha tenido una actitud abierta y dialogante", señaló Torres.
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