Este artículo se publicó hace 12 años.
Las tijeras protagonizan una marcha multitudinaria
Indignados, yayoflautas' y sindicalistas toman el centro de la ciudad
"Hay que dar con una idea simple que nos una a todos". Lo decía ayer en la protesta de Barcelona un profesor de Secundaria, indignado con los recortes, con la reforma laboral y con la distribución de la riqueza (de los Presupuestos, se entiende). Puede que esa idea sencilla y unitaria no sea simplemente la lucha contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, pero sí fue la que ayer puso de acuerdo a miles de personas para salir a la calle.
La izquierda (sindicatos, partidos políticos y personas comunes y corrientes) invadió pacíficamente el Passeig de Gràcia de Barcelona para protestar contra la reforma laboral y contra los recortes. Encabezada por los sindicatos, la marcha discurrió en un ambiente reivindicativo e indignado pero tampoco faltaron toques festivos (¿resaca carnavalera?). Todo valía para hacerse oír.
Unas 400.000 personas se unieron en la Ciudad Condal, según los sindicatos
El lema principal de la protesta, "Ni reforma laboral ni recortes", lucía en la primera pancarta, sostenida por dirigentes y afiliados de CCOO y UGT. Los sindicatos encabezaron la manifestación, que aglutinó a 400.000 personas, según los trabajadores (30.000, según el Departament de Interior). Tras los representantes laborales, por separado y uno tras otro, los partidos de izquierda (PSC, ERC e ICV y EUiA), cada uno con su pancarta. Tras ellos, la marcha alternativa de grupos afines a la CGT, indignados, yayoflautas... "Hay mucha gente, pero me sorprende que no invadamos todas las calles ya, porque lo que se avecina va a ser mucho peor que lo que ya tenemos", advirtió una joven profesora de la Universitat Autónoma.
El espíritu de la marcha era tan unitario como variopinto. Junto a una chica vestida de muerte, con una guadaña y... una máscara de Mariano Rajoy, desfilaba un hombre que daba gracias a Labordeta por facilitarle el lema de su pancarta: "¡A la mierda!". Muchas tijeras (algunas colgadas del cuello) de las que tanto se están utilizando en la Generalitat, muchos gritos de indignación y más de un disfraz significativo, como el de vampiro o el de diablo.
Una guillotinaUn lema reza: «Despido procedente a políticos incompetentes»
En la marcha, se escuchó un mensaje que miraba un poco más hacia el futuro: "Viva la lucha de la clase obrera. Huelga general", reclamaron militantes del Partit Comunista del Poble de Catalunya. "No es una crisis, es una estafa", rezaban además algunas pancartas. Otras herramientas de protesta fueron una enorme guillotina que, al llegar al edificio de la Bolsa de Barcelona, se detuvo exigiendo cabezas: "¡Culpables, culpables!", gritaron los manifestantes.
Tampoco faltaron animales de todo tipo: desde un tiburón encorbatado hasta un cerdo con cabeza humana (y política: la que representaba al conseller de Interior, Felip Puig), pasando por gallinas, perros...
En esta zona de la marcha, los políticos se habían convertido (con permiso de los banqueros) en los principales culpables de la situación: "Despido procedente a políticos incompetentes", se leía en una pancarta. Y, entre los gritos, los lemas y las consignas, una del 15-M, de esas que no han perdido vigencia: "¡Que no nos representan!".
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