Este artículo se publicó hace 16 años.
Tiflis acusa a Moscú de alterar las reglas y Rusia dice que el proceso es irreversible
Georgia acusó hoy a Rusia de querer alterar las reglas de convivencia en la comunidad internacional con su actuación militar en el Cáucaso y de llevar a cabo acciones de "limpieza étnica" en su territorio, al tiempo que Rusia habló de un proceso "irreversible" en Osetia del Sur y Abjasia.
La titular de Exteriores georgiana, Eka Tkeshelashvili, se dirigió hoy en Viena al Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) con una serie de denuncias contra Moscú.
"Rusia continúa con su política agresiva, ya no se trata de una agenda oculta", dijo la ministra ante los representantes de la OSCE, organización a la que pertenecen 56 países europeos, centro-asiáticos y norteamericanos, entre ellos Rusia y Georgia.
Tras el reciente reconocimiento ruso de la independencia de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, Moscú aplica la misma política de escalada de la tensión en la península ucraniana de Crimea, advirtió Tkeshelashvili.
En esa zona de Ucrania vive una importante minoría rusa, a la que se ha dado pasaporte ruso en los últimos meses y que reclama más derechos ante el Gobierno de Kiev.
Por otra parte, la ministra georgiana denunció que "étnicamente" Osetia del Sur ha sido "completamente limpiada" por las tropas rusas y el proceso sigue en las llamadas "zonas de interposición" rusas en territorio georgiano.
"Se trata de territorio completamente devastado y vaciado por Rusia", manifestó Tkeshelashvili, quien definió la actitud de Moscú como una "peligrosa política de expansión".
Según la ministra, "fue un plan preparado y aplicado por Rusia, que ha demostrado que está dispuesta a poner en práctica su política exterior por todos lo medios, incluso militares. No tienen límites morales".
"Necesitamos un esfuerzo común para responder a la política expansiva de Rusia, para preservar el orden mundial, desafiado por las acciones militares de Moscú", dijo Tkeshelashvili, quien pidió la actuación de Consejo de Seguridad de la ONU.
Este órgano, sin embargo, no se ha pronunciado hasta ahora debido al derecho a veto de Rusia, lo que Georgia califica de "bloqueo".
Tkeshelashvili no quiso especificar el número de víctimas del conflicto armado entre el Ejército georgiano y las tropas rusas y osetas, en el que murieron varios cientos de personas.
La ministra hizo un llamamiento a crear una comisión internacional de expertos independientes para determinar qué es lo que causó esta crisis y cuáles fueron los daños materiales y humanos sufridos.
Por su parte, el embajador ruso ante la OSCE, Anvar Azimov, aseguró a la prensa en la capital austríaca que el "proceso en la región es irreversible".
"Está claro que Osetia del Sur y Abjasia nunca van a volver a Georgia. La única salida posible es restaurar la confianza entre los tres pueblos", dijo el diplomático ruso, quien insistió en que Tiflis fue el agresor en la actual crisis.
"Un 80 por ciento de la gente en Abjasia y Osetia del Sur es ciudadano ruso, tenemos el derecho a defender sus intereses", declaró Azimov, quien agregó que "tarde o temprano" el Ejército ruso se va a retirar de Georgia.
Moscú podrá retirarse "en cuanto reciba la seguridad de que no se producirá una nueva agresión por parte de Georgia", precisó el diplomático y subrayó que su país va a cooperar estrechamente con la misión de observadores de la OSCE en la región.
En estos momentos hay unos 220 expertos de la organización en la zona, mientras que otros 80 se preparan para ser desplegados allí, aunque las modalidades de su estacionamiento aún no se han establecido entre las partes.
"Es asunto de Osetia del Sur si acepta o no la presencia de observadores militares de la OSCE. Se trata de un país independiente ahora", indicó Azimov.
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