Este artículo se publicó hace 15 años.
Tierraquemada recrea la vida de los antiguos moradores de Numancia
La asociación cultural Tierraquemada han recreado hoy la vida de los antiguos pobladores de Numancia, en una jornada de puertas abiertas en el yacimiento arqueológico que ha multiplicado las visitas para conocer su valor patrimonial.
En las dos primeras horas de apertura, Numancia ha recibido más de cuatrocientos visitantes, según datos de la recepción del yacimiento, una cifra que dobla el número de visitantes del primer sábado de agosto y que se ha reflejado en un aparcamiento colapsado de vehículos.
En la primera semana de agosto, el yacimiento arqueológico, situado en el cerro de la Muela, en Garray, a apenas ocho kilómetros de Soria capital, ha recibido casi 2.000 visitantes.
La jornada de puertas abiertas en el yacimiento de Numancia se inició en 2000, tras realizarse un año antes la primera representación de las guerras celtibéricas por parte de la asociación cultural celtibérica Tierraquemada.
El objetivo de estas jornadas, en la que colaboran casi un centenar de miembros de la asociación, es, en palabras de su presidente, Alberto Santamaría, dar un paso más en la representación y darle vida a Numancia, para que el visitante comprenda mejor el yacimiento.
En opinión del director de las excavaciones de Numancia, Alfredo Jimeno, estas jornadas hacen muy atractivas las visitas al yacimiento arqueológico, porque permiten remontarse y revivir lo que fue Numancia.
Durante la visita guiada, los visitantes se remontan siglos atrás y conocen la vida de los antiguos pobladores de Numancia.
Por los cálculos proporcionados en las excavaciones, la ciudad celtibérica de Numancia se extendería por apenas ocho hectáreas, tendría 600 casas y estaría habitada por unos 1.500 habitantes.
En Numancia, según ha explicado Jimeno, los celtíberos cogían agua a través de aljibes de diferentes dimensiones y usos.
Los molinos han proporcionado información sobre la dieta alimenticia, que era muy rica en vegetales, entre ellos el 30 por ciento frutos secos, y consumían poca carne.
La riqueza de los numantinos estaba basada en la ganadería, que se utilizaba para intercambiar otros productos.
Desde un principio, según Santamaría, en la jornada de puertas abiertas se ha pretendido reflejar lo que fue la vida cotidiana de los numantinos, desde niños jugando hasta mujeres sacando agua de los aljibes, pasando por molinos, telares, orfebres y herreros.
Los visitantes también tiene oportunidad de visitar la reproducción de una casa celtibérica, y otra romana, realizada por basamentos de piedra, postes de madera y muros de adobe recubiertos con enlucidos.
Las casas y murallas celtibéricas estaban realizadas, por lo general, de mampostería, con grandes cantos o piedras bien dispuestos por su cara plana o ligeramente trabajados.
Los visitantes, según Santamaría, agradecen estas jornadas, porque por una parte no se lo esperan y además es otra forma de ver el yacimiento.
La jornada de puertas abiertas, junto con el recibimiento de Numantóbriga, la ruta romana de Numancia al Moncayo, es la primera actividad de la programación de la IV Semana Cultural Keltiberoi, que se desarrollará hasta el próximo fin de semana en Garray.
El jueves y viernes, la organización ha programado una ruta de senderismo arqueológico para conocer las particularidades del cerco de Escipión y la visión que tenían los romanos sobre la ciudad de Numancia.
El plato fuerte será el próximo fin de semana, con la escenificación de grupos de representación histórica, que tendrá carácter internacional con la participación de Les Ambiani, de Abeville (Francia).
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