Este artículo se publicó hace 13 años.
El supervisor, entre los trabajadores y las cajas
Ordóñez debe elegir entre salvar los derechos laborales o al sector financiero
"Las cajas que no cumplan con el plan de recapitalización, habrá que intervenirlas y se pondrán a la venta". El ultimátum del pasado lunes de Miguel Ángel Fernández Ordóñez conllevaba un velado mensaje hacia los bancos españoles, protagonistas últimos del proceso de reestructuración de las cajas. Desde el sector financiero se descuenta que Santander, BBVA, Popular, Banesto, Sabadell o Bankinter acabarán creciendo de forma inorgánica con la adquisición de alguna caja o grupo de cajas. De hecho, todas estas entidades así lo han manifestado durante el último trimestre. "Estamos esperando las condiciones ideales...", "Aún es pronto...", "Entraremos en una operación que no perjudique nuestra solvencia..." son algunas de las reflexiones que han manifestado los consejeros delegados de los bancos españoles, en el último trimestre, durante las presentaciones de resultados.
Una pose de meros observadores que los bancos pueden abandonar con esta nueva obligación de 1.500 millones de euros que implica la próxima reforma de pensiones. Según reconocen fuentes del sector, estas provisiones pueden convertirse en una moneda de negociación entre las entidades y el Banco de España en el proceso de reordenación de las cajas. "Dependiendo de las facilidades que les dé el supervisor en el tema de las pensiones, así estarán de predispuestos los bancos en esas futuras compras", dicen los expertos consultados.
Suavizar esta exigencia podría favorecer la compra de alguna caja
El sobreprecio de financiación que están padeciendo los bancos españoles por el spread del bono español, la caída de márgenes, además de la incesante guerra del pasivo, llevará a las entidades a intentar retrasar esta nueva obligación ante el Banco de España. Será entonces cuando Fernández Ordóñez tendrá que elegir entre mantener los derechos pactados con los trabajadores o decantarse del lado de los bancos para que Estos le salven la cara quedándose con alguna caja en problemas antes de que haya que intervenirla.
Adaptarse a las nuevas necesidades obligaría a los bancos a nuevas provisiones que se sumarían a las importantes aportaciones con las que están dotando a sus balances en los últimos trimestres para contener la morosidad, aumentar sus genéricas y cumplir con los nuevos requisitos de solvencia del real decreto sobre el reordenamiento del sector financiero español. "A los grandes bancos no les afectará en exceso la medida. Sin embargo, habrá otros medianos y pequeños a los que les resultará un importante sacrificio", apuntan desde el sector.
Sin embargo, no será hasta que se apruebe la nueva ley de pensiones cuando se articule en tiempo y forma el mecanismo para cumplimentar esta cuantía. Según algunas fuentes del sector, ya se ha mantenido algún contacto con el Banco de España, que no hace comentarios al respecto, para sondear el procedimiento para efectuar esta provisión. Ahora, como sucede con cualquier préstamo, del que las entidades tienen que guardar un porcentaje del total como garantía en caso de impago, el supervisor obliga a cumplir las dotaciones de los planes de pensiones.
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