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La sucesión de Feijóo en Galicia La salida de Feijóo refuerza al BNG de Ana Pontón como alternativa al PP en la Xunta

La portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego es con diferencia la figura más reconocible por la ciudadanía en el Parlamento gallego, con mucha diferencia sobre los posibles sucesores del todavía presidente gallego

6/4/22 Ana Pontón, durante la última asamblea nacional del Bloque Nacionalista Galego el pasado noviembre
Ana Pontón, durante la última asamblea nacional del Bloque Nacionalista Galego el pasado noviembre. M. Dylan / Europa Press

La vida nueva de Alberto Núñez Feijóo en Madrid puede servir para afianzar las posibilidades de un cambio de Gobierno en Galicia, donde la omnipresencia del todavía presidente de la Xunta ha impedido que surgieran y crecieran figuras recambio en su partido. El PP gallego es Feijóo, y su previsible heredero, el vicepresidente primero Alfonso Rueda, dista mucho de contar con sus niveles de conocimiento y valoración ciudadana.

El mayor beneficiario de esa circunstancia es el Bloque Nacionalista Galego (BNG) de Ana Pontón, que será con mucha diferencia la política más conocida y apreciada del Parlamento de Galicia cuando Feijóo haga las maletas y se instale en Madrid.

"El Bloque ya estaba en disposición real de disputarle al PP la hegemonía en Galicia y de gobernar la Xunta, pero es cierto que la salida de Feijóo refuerza ese escenario y lo visibliza como más real de lo que ya era", explican fuentes próximas a la portavoz nacional del BNG, que coinciden en que la sucesión será complicada para los populares. "Feijóo taponó durante sus mandatos cualquier posibilidad de que nadie creciera a su alrededor".

El pasado viernes, apenas unas horas después de que el líder del PPdeG anunciara oficialmente que optará a sustituir a Pablo Casado en Génova y a Pedro Sánchez en La Moncloa, La Voz de Galicia publicó entrevistas realizadas entre el 10 y el 22 de febrero, es decir durante parte de los días negros de la batalla entre el presidente popular y la presidenta madrileña, pero antes del anuncio de retirada de aquél.

Según ese sondeo, de celebrarse elecciones Feijóo perdería tres de sus 42 diputados y se quedaría con sólo uno de colchón sobre la mayoría absoluta, cedería uno al BNG, que tiene diecinueve, y otros dos a la coalición vinculada a Unidas Podemos que se quedó sin representación en el 2020. El PSOE mantendría sus catorce actas.

Más allá de ese cálculo, lo relevante de la encuesta es que sitúa a Ana Pontón como la líder gallega más conocida y valorada después de Feijóo, a una enorme distancia de los posibles sucesores de éste y también del nuevo secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, quien además no cuenta con escaño en la Cámara.

La candidata nacionalista supera el 80% de conocimiento, cerca del doble que Rueda (45,9%) y casi cincuenta puntos más que Francisco Conde (32,6%), vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Innovación e Empresa. En cuanto al socialista Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña, su notoriedad supera el 58%.

6/4/22 El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, durante una entrevista
El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, durante una entrevista. César Arxina / Europa Press

"Ana ya tenía un perfil presidencial antes de que se intuyera que Feijóo iba a dejar Galicia, y el Bloque un proyecto solvente con un liderazgo querido y valorado incluso entre las personas que no nos votan. Pero somos conscientes de que ahora se abre una nueva fase con muchas opciones", sostienen las fuentes nacionalistas.

Pontón obtiene una nota media de 5,29 puntos, lo que demuestra que se ha afianzado como una líder transversal capaz de entrar de lleno en el electorado galleguista de Feijóo. Se queda a muy poca distancia de Rueda (5,38) y por encima de Conde (5,22) y de González Formoso (4,61), y a no mucha distancia, 0,71 décimas, de los 5,92 puntos del propio presidente de la Xunta.

En las últimas elecciones, en el verano del 2020, el BNG logró su mejor resultado histórico con diecinueve escaños. Uno más no le sirviría para gobernar si el PSOE y Unidas podemos no crecen. Pero la suma situaría a la oposición a sólo dos actas de la mayoría absoluta.

Los próximos comicios están previstos para el verano del 2024, así que Rueda aún cuenta con tiempo para consolidar su posición. Tiene a la mayoría de los medios privados convencionales y a la TVG, la televisión pública autonómica de su parte para darse a conocer, pero lo cierto es que los ha tenido de mano durante los últimos trece años y no lo ha conseguido. Su situación, además, podría complicarse si el PP no consigue un buen resultado en las elecciones municipales del año que viene.

A pesar del tirón electoral de Feijóo, el PP ha ido perdiendo poder local, dejando un enorme terreno de votante urbano al BNG y al PSOE. Ya no tiene alcaldes en las grandes ciudades y en la única en la que gobierna, Ourense, lo hace con el imprevisible Gonzalo Pérez Jácome, en una decisión destinada a asegurar que mantiene la Diputación Provincial en manos de Manuel Baltar.

Esa estrategia podría pasarle factura, y si tras las municipales perdiera también la Diputación ourensana, el liderazgo del sucesor de Feijóo estaría seriamente en entredicho.

El tiempo que tarde éste en dejar la presidencia gallega también corre a la contra de Rueda, y no sólo porque acorta el plazo que tiene el sucesor para consolidarse, sino porque refuerza el argumentario del BNG, que desde que Feijóo apareció como única solución a la caída en desgracia de Pablo Casado, ha acusado al PPdeG de anteponer los intereses del partido a los de Galicia. "Los problemas de los gallegos no pueden esperar a que Feijóo se coloque en Madrid", dijo Ana Pontón el pasado viernes en una entrevista a Europa Press.

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