Entrevista a Peter Bebjak"Lo que sucedió con el nazismo en 1930 nos puede pasar en cualquier momento"
Madrid--Actualizado a
"Hurra, he vuelto". Son las letras escritas en un cartel que cuelga sobre el pecho de un hombre en sus últimos minutos de vida, un prisionero que intentó escapar de Auschwitz y que los nazis, tras atraparlo, colgaron del cuello a las puertas del campo. El cineasta Peter Bebjak, además, obliga al espectador a asistir a la agonía de este ser humano hasta su muerte. Es el arranque de ‘El informe Auschwitz’, un relato real nacido hoy "contra el auge de los extremismos". Violencia y crueldad en el límite de lo soportable en la ficción que, sin embargo, "no creo ni que se acerque a lo que vivieron esas personas en realidad".
Es el comienzo de la historia de dos héroes, Alfred Wetzler y Walter Rosenberg -que más tarde cambió su nombre a Rudolf Vrba-, dos judíos eslovacos deportados a Auschwitz en 1942. Después de un año de meticulosa preparación, el 10 de abril de 1944, lograron escapar. Encargados durante su estancia en el campo de anotar las cifras de todo lo que allí ocurría, su único objetivo era llevar esas listas interminables de muertos hasta las manos de las autoridades. Se encontraron con la incredulidad de los aliados. "Su relato era tan terrible que no parecía verdadero". Finalmente, el informe que escribieron consiguió salvar al menos 120.000 vidas.
Alfred Watzler escribió más tarde, bajo el seudónimo de Jozef Lánik, el libro Lo que Dante no vio. En estas páginas explicaba cómo vivían y morían los prisioneros en el campo, "siempre había algún muerto, la muerte se convirtió en parte de su vida cada segundo". Y fue este texto, que Peter Bebjak recibió del actor Ivan Šandor, lo que le decidió a rodar la película.
¿Por qué cree que es necesario mostrar explícitamente la violencia extrema de los nazis en los campos de concentración?
Porque no podemos concebir el nivel de sufrimiento que existió en los campos de concentración, mostrar esta violencia era necesario, pero ni aun así, ni siendo tan explícita como es, no creo que sea equiparable, ni que se acerque a lo que ocurrió en realidad. Es necesario mostrarlo de esta manera para que el público entienda la necesidad que tenían estos hombres de escapar de los campos y también la importancia que tuvo este informe. Aunque se muestra desde la primera imagen de la película, no es suficientemente realista.
Con el auge de los fascismos, también en Eslovaquia, ¿esta película se ha hecho en cierto modo como una advertencia?
Sí. Es cierto que en Eslovaquia de manera reciente ha habido un surgimiento y un apoyo generalizado de estos partidos extremistas, incluso partidos negacionistas del Holocausto han recibido un apoyo bastante amplio, así que en ese sentido es importante el recordar, no solo en Eslovaquia sino en todo el mundo, a dónde nos llevaron esas ideas fascistas y extremistas.
¿Siente esto como una amenaza?
Estoy un poco cabreado con cómo y hacia dónde se dirige la sociedad hoy. Cuando hay una crisis económica, económica o moral en la sociedad en su conjunto, los puntos de vista extremos pasan a primer plano. De repente, es la presión sobre los instintos más bajos de las personas. Esto es exactamente lo que sucedió en la década de 1930 en Alemania y luego en toda Europa con el advenimiento del fascismo. Aprovecharon los disturbios y la crisis que los llevaron al poder. Lo que sucedió con el nazismo en 1930 nos puede pasar en cualquier momento y de cualquier forma.
¿Siente esta responsabilidad como creador?
Creo que no solo los artistas sino todos aquellos que defienden los derechos de minorías, de grupos de población que viven al margen, están realizando una labor muy importante y todos debemos apoyarles. Están actuando como ejemplo. Si, por el contrario, hay otras personas que tienen ideas diferentes y que defienden ideas extremistas, ellos también están mostrándose como ejemplo, y en este sentido, si hay muchas personas actuando de esta manera estableciendo estos ejemplos, habrá muchas personas siguiéndoles y esto es lo que resulta realmente peligroso. Creo que deben surgir muchas más películas que nos recuerdan que, como humanidad y comunidad, hemos fracasado.
En 1944, cuando Alfred Wetzler y Rudolf Vrba escaparon, los Aliados decían que no conocían lo que pasaba en los campos. La película explica la complicidad de la Cruz Roja alemana con el nazismo, pero tuvo que haber algo más.
Quizás, si lo vemos desde nuestra perspectiva actual, puede parecer un tanto cruel, pero para los políticos en aquella época su principal objetivo no era mostrar lo que estaba sucediendo en los campos de concentración, su principal objetivo era ganar la guerra. Había información, sí, y aunque algo se sabía, aunque había rumores entre la población de que algo estaba ocurriendo en los campos, realmente no se supo todo hasta mucho más tarde y se debe, sin duda, a que los políticos lo que querían era derrotar a Alemania.
Vivimos un sorprendente aumento de movimientos negacionistas, respecto a los que niegan el Holocausto, ¿a estas alturas encuentra usted para ellos alguna explicación?
Vivimos tiempos de crisis, la sociedad está en crisis sobre todo en términos económicos, pero también tenemos crisis migratorias y de otros tipos, y esto hace que la población en general se sienta insegura y que muchos grupos prefieran creer a estos movimientos. Para mucha gente es quizás más fácil, teniendo en cuenta los tiempos que corren, creer en estas ideas.
Y ¿qué opina usted de gente que se escuda en mentiras y detrás de millones de muertos?
Simplemente no les entiendo. Teniendo en cuenta la inmensa cantidad de evidencias que existen hoy en día sobre el Holocausto, para mí son un poco como los que creen que la Tierra es plana. Abordar la cuestión de si la Tierra es redonda en 2021 es una completa tontería. Vivimos en una época tan estúpida, en la que es tan fácil controlar a las masas. Hay tantos engaños y tonterías, pero lo peor es cuánta gente confía en ellos. Por eso estos temas son importantes para mí. Principalmente los totalitarismos, nazi o comunista, mataron y mataron a personas por su opinión, fe, orientación sexual...
En la película hay varias escenas en que aprovecha para mostrar a los soldados nazis boca abajo; ¿es una especie de alegoría del mundo al revés?
La intención de estas imágenes sí es una especie de alegoría por así decirlo, la vida en Auschwitz era una vida del revés, para nosotros es totalmente inconcebible pensar en lo que los prisioneros pasaron, en el infierno que vivieron ahí, y esto explica estas imágenes al revés. Por otro lado, cuando se muestran las imágenes de los dos personajes principales escapando, la cámara funciona de manera que está transmitiendo la sensación de peligro constante en el que estaban, porque en cualquier momento les podían atrapar y al final es mostrar este miedo y la posibilidad de que pudieran volver a este mundo al revés que era Auschwitz.
¿Se conoce esta historia en Eslovaquia?
Es una historia que desconoce la mayoría de la población.
¿Y cómo ha reaccionado allí a la gente a la película?
Debido a la situación de la pandemia, los cines han estado cerrados y no ha habido estreno oficial. Sí se ha mostrado en algunos cines específicos, pero el estreno está previsto para septiembre. Durante estas exhibiciones a pequeños grupos se ha visto un interés muy grande por parte del público, la gente se quedaba después de ver la película porque quería hablar de ella y en este sentido es muy importante, porque está haciendo que una historia desconocida por la población en general vez la luz.
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