CatalunyaSocietat Civil destituye a su presidente por "irregularidades administrativas"

La Junta Directiva de Societat Civil Catalana (SCC) ha destituido al presidente de la entidad, José Rosiñol, y a otros tres miembros de su cúpula por "desacuerdos en los procesos de toma de decisiones, completamente ajenos a criterios ideológicos", y ha nombrado a Álex Ramos como nuevo presidente.

Según ha publicado el diario digital Crónica Global, la mayoría de la Junta Directiva decidió apartar de sus cargos a Rosiñol, Ferran Brunet, Miriam Tey y Sixto Cadenas, acusándoles de "tomar acuerdos y decisiones al margen de la junta" y de "irregularidades administrativas".

Dicha información apuntaría a un "conflicto de intereses" de Rosiñol, en relación a una supuesta facturación de 584.000 euros en 2017 y 620.000 euros en 2018 de la empresa Manifiesto, en la que trabaja el hasta ahora presidente de SCC, gastos que representarían más de la mitad de los totales de la entidad.

También la detección de una transferencia de 21.000 euros al mes a esa misma empresa sin que se informara a la junta y sin "retorno conocido" a SCC.

En un comunicado, Societat Civil Catalana ha confirmado que su junta directiva celebrada procedió a "reestructurar" sus cargos de manera provisional, a la espera de la próxima asamblea de socios.

"Por desacuerdos en los procesos de toma de decisiones, completamente ajenos a criterios ideológicos, los nueve miembros presentes acordaron por unanimidad nombrar a Álex Ramos nuevo presidente", señala la entidad.

El hasta ahora vicepresidente de SCC se pone así al frente de una asociación en la que Isabel Fernández Alonso ha sido nombrada vicepresidenta; Irene Álvarez, secretaria; y Xavier Marín, tesorero, mientras que Óscar Uceda se mantiene como vicepresidente.

Societat Civil, entidad contraria a la independencia de Catalunya, ha dejado claro que "continuará desarrollando con normalidad su actividad en defensa de los valores que siempre ha promovido" y ha hecho un "llamamiento" a "todos los actores implicados para que el Consejo de Ministros previsto para mañana en Barcelona se celebre sin incidentes, como sucedería en cualquier contexto democrático".