Este artículo se publicó hace 15 años.
SITEL, la "vacuna" del PP en la batalla política
El PP ha situado SITEL a la cabeza de su lista de argumentos políticos con un doble objetivo: batallar con el Gobierno porque cree que están en riesgo derechos fundamentales de los ciudadanos y perfeccionar la "vacuna" contra posibles futuras filtraciones de conversaciones de sus dirigentes.
Fuentes de la cúpula de los "populares" han descartado a Efe que empleen su denuncia sobre el funcionamiento del citado sistema de interceptación de comunicaciones para pedir la anulación del "caso Gürtel", y por ello, se desmarcan de la intención que hace más de una semana manifestó el Gobierno valenciano en este sentido.
Ahora, tras dos semanas de discusiones en el Congreso con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de un debate tenso ante el pleno de la Cámara con el que el PP buscó apoyos a su causa, los populares pretenden bajar la intensidad de la controversia, aunque no apartarla de su estrategia.
De ese debate, celebrado el martes, el responsable de Comunicación del partido, Esteban González Pons, extrajo una conclusión a su favor de las descalificaciones que le infligieron las fuerzas de izquierda del Congreso: que CiU y PNV registrarían iniciativas para dar cobertura legal a SITEL.
El PP, por tanto, esperará a conocer el contenido de las propuestas de los nacionalistas catalanes y vascos, pero tampoco se quedará de brazos cruzados: en la sede del partido y en los despachos de la dirección del grupo parlamentario ya redactan una propuesta de ley orgánica para regular la interceptación de comunicaciones.
Cuando CiU y PNV ultimen sus iniciativas, el PP difundirá su texto, y entonces, previsiblemente en febrero del año próximo, volverá a la carga con SITEL.
Lo que ha hecho estos días el PP, así como lo que hará a lo largo de los meses que vienen, no es fruto de la improvisación ni de estrategias construidas sobre la marcha.
El comienzo lo marcó la secretaria general, María Dolores De Cospedal, el pasado mes de agosto, cuando en una entrevista denunció que "personas que no están en los sumarios" habían sido objeto de escuchas ilegales, es decir, sin autorización judicial. Entre ellas, Federico Trillo, Francisco Camps y ella misma.
Fuentes de la plana mayor del PP han indicado a Efe que cuando De Cospedal lanzó la denuncia, conocía la existencia de SITEL, pero no que ese mecanismo estuviera detrás de su acusación.
Después de una época de silencios, los "populares" decidieron en octubre implicarse de lleno en una campaña de acoso y derribo a SITEL y a quien, según ellos, lo controla con objetivos antidemocráticos: Rubalcaba.
Lo decidió tras levantarse parcialmente el secreto de sumario del "caso Gürtel" el 29 de septiembre.
De acuerdo con las fuentes consultadas, en Génova, la sede del partido, muchos dirigentes estudiaron concienzudamente esa parte del sumario y uno de ellos, González Pons, se percató de que todas las diligencias del juez Baltasar Garzón contenían alusiones a SITEL.
Fuentes próximas a Pons puntualizan que él no tenía idea de qué era SITEL, por lo que comienza a recabar información de compañeros suyos en el PP y de la Asociación de Internautas, que le ponen sobre la pista del informe que en 2005 firma el entonces teniente fiscal de la Fiscalía de Madrid, Pedro Martínez, poniendo en duda la legalidad del sistema.
Con este informe, González Pons y su equipo, especialmente su mano derecha, Carlos Floriano, consideran necesario trasladar el asunto a la opinión pública.
A mediados de octubre, Pons explica al Comité de Dirección del PP su idea sobre lo que, a su juicio, debe hacerse respecto a SITEL.
Siempre según las fuentes, al tiempo que el vicesecretario de Comunicación pide ser él quien controle la estrategia, deja clara la conveniencia de desvincular la denuncia sobre SITEL del "caso Gürtel". El presidente del partido, Mariano Rajoy, le da su aprobación.
El 4 de noviembre, solventadas las polémicas internas alrededor de Ricardo Costa y Manuel Cobo, el vicesecretario de Comunicación ofrece una conferencia de prensa con la que dibuja el punto de arranque de su estrategia.
Casi un mes después, el PP está más que satisfecho con el resultado de la operación.
"Hemos conseguido que Rubalcaba se ponga nervioso y hemos obtenido una vacuna contra las filtraciones que puedan aparecer en la prensa de las conversaciones de algunos dirigentes del partido", sentencia una de esas fuentes.
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