Este artículo se publicó hace 14 años.
Siruela vindica con Atalanta una "editorial artesanal" para el siglo XXI
Desde una masía ampurdanesa del siglo XVII, el que fuera fundador de la editorial Siruela, Jacobo Siruela, rige los destinos de su nuevo proyecto, Atalanta, que acaba de cumplir cinco años, que "vindica la figura del artesano para el siglo XXI", y en la que acaba de estrenarse como autor.
Cinco años y cincuenta libros son unos números redondos, casi mágicos, para una editorial que se dio a conocer en Barcelona el 5 del 10 de 2005, como si en un juego de arcanos buscara la mejor confluencia de números y astros.
Jacobo Siruela, que recibe en su casa, el Mas Pou, en la pequeña población gerundense de Vilaür, a un grupo reducido de periodistas, define Atalanta como "una editorial artesanal, campestre y cibernética".
Acompañado en todo momento por su mujer y más estrecha colaboradora, Inka Martí, Siruela declara que "la idea del artesano es quizá el mejor modelo a seguir en el siglo XXI, en contraste con una industria que edita un excesivo número de publicaciones".
Por eso, ambos proclaman al unísono: "nunca haremos ebooks, porque estamos a favor del objeto físico y sensual frente a la aséptica, abstracta e impersonal funcionalidad del libro electrónico".
Rodeados por un verde jardín, un pequeño huerto 'renacentista' y un reducido cercado en el que campan a sus anchas tres caballos, el editor ve Atalanta como "una editorial campestre", por tener su sede en el campo, donde "se desarrolla paralelamente al crecimiento del jardín", resume Siruela.
"Estar en el campo, alejado del mundillo editorial, nos ha obligado a nadar contracorriente, encontrar nuestro hueco en un mercado tan saturado y de ahí nace la idea de intentar imponer en el mercado temas culturales que, o bien escasean o bien se han tratado mal", comenta.
Quizá por esa razón, Atalanta "no busca tanto títulos como un público", un lector que el propio Siruela identifica como "joven, vivo y curioso, muy preparado, e incluso literariamente muy purista".
Añade que instalarse en el campo no quiere decir estar desconectado y reconoce que "el ordenador e Internet han sido lo más importante que ha sucedido en los últimos veinte años" y por esa razón Atalanta no renuncia ni a las redes sociales como Facebook, que coordina la propia Inka Martí.
Transcurrido el primer lustro, Jacobo Siruela valora que la editorial "se ha asentado en el panorama editorial español" con "proyectos tan arriesgados" como la edición de la "Historia de mi vida" de Giacomo Casanova (3.700 páginas), publicada por primera vez en su versión completa, así como los dos volúmenes de "La historia de Genji" (siglo X), considerada la primera novela del mundo.
Para celebrar sus cinco años, Atalanta ha publicado "Jin Ping Mei", la primera novela china; y prepara "El mar de iguanas", del mexicano Salvador Elizondo, que incluye la inédita primera entrega de sus "Noctuarios"; e iniciará su "Bibliotheca Casanovensis" con un volumen sobre Casanova y las monjas.
Sobre su debut literario, "El mundo bajo los párpados", Jacobo Siruela recuerda que "normalmente se espera de un editor que escriba sus memorias, pero las vidas de los editores son aburridas" y, en cambio, el mundo de los sueños, "nuestra segunda vida", le ha parecido siempre muy interesante.
De ese interés y un trabajo de investigación a partir de una nutrida biblioteca sobre los sueños conseguida en buena parte a través de Internet, surgió este ensayo sobre "el aspecto cultural y fenomenológico de los sueños, que poco tiene que ver con Freud".
Del futuro, explica que prepara un libro sobre Pitágoras, pero poco más adelanta, pensando seguramente en la competencia: En dos ocasiones en las que Atalanta ha publicado clásicos del pasado, la editorial Destino publicó los mismos títulos, demasiado riesgo para una editorial que, como Siruela asegura, "no es comercial, pero tampoco pretende perder dinero".
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