Este artículo se publicó hace 13 años.
El sirio que aprendió gallego
Isaam Alnagm (PP) preside el Ayuntamiento lucense de Muras desde 1991
Aspira a conseguir su sexto mandato consecutivo, pero asegura que, si gana, será su última legislatura como alcalde de Muras (Lugo). Issam Alnagm (Sweda, Siria, 1948) se define como activista político y afirma que no dudó en echarse a la calle en su juventud para "protestar" contra el régimen de Damasco. Pese a llevar más de 40 años en España, no pierde de vista los cambios que se viven desde hace meses en el mundo árabe: "Soy un opositor al régimen, por eso me emociona ver el comportamiento pacífico del pueblo, capaz de salir a la calle a hacerle frente a una manada de lobos".
El azar y la situación económica del momento le trajeron a España en 1968. Quería estudiar Medicina en Alemania, pero un amigo le convenció para venir a España, donde el coste de la vida era menor. Acabó matriculándose en Santiago; se casó muy pronto con una compañera de estudios y, para cuando obtuvo la licenciatura, ya habían nacido tres de sus cinco hijos.
"El que no se preocupa por el pueblo todo el año, que se olvide de hacer política en 15 días", advierte
Alnagm asegura que, en aquellos años, "Galicia estaba muy atrasada, aunque con Fraga mejoró muchísimo". Fue por entonces cuando se hizo del PP, pero su afiliación no ha sido óbice para mostrarse crítico con el partido, como cuando gritó "¡no a la guerra!".
Aclara enseguida el candidato conservador de Muras que en el pueblo no se estila lo de hacer campaña y dar mítines. "Me cruzo con los vecinos por la calle a diario, hablamos y eso es suficiente; el que no se preocupa por el pueblo durante todo el año, que se olvide de hacer política durante 15 días", avisa. Por ello, lleva muy a gala las mejoras conseguidas en el municipio, de apenas 800 habitantes, a caballo entre las provincias de A Coruña y Lugo, que preside. "Aquí, en los ochenta, no había ni siquiera cementerio", explica. Su labor en el pueblo la considera "una obra de arte llevada a cabo por alguien que no sabe de arquitectura", dice, dando muestras de su dominio del castellano. Aunque también se entiende perfectamente en gallego con sus convecinos.
Con el entusiasmo del político que se estrena en el cargo, Alnagm afronta ahora un nuevo reto: la construcción de una aldea etnográfica. Un proyecto que el candidato a la alcaldía define como "un homenaje al campesino gallego y una representación de su modo de vida en el siglo pasado". El objetivo es atraer turismo y mejorar las condiciones de vida en el medio rural. "Cuando la aldea sea una realidad, me retiraré. A veces me doy cuenta de que he mirado más por este pueblo que por mis propios hijos", destaca no sin pena, aunque satisfecho por la labor de gestión realizada. Tras 20 años en el poder, Alnagm se atreve a revelar el secreto de su éxito: "Al poco de llegar, hice el Camino de Santiago para pedirle al apóstol matamoros que me ayudara; me salió bien".
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