Este artículo se publicó hace 16 años.
Sestao, volver a empezar
El municipio vizcaíno diseña planes para salir de la crisis que sufrió tras el cierre de las grandes industrias
Hubo un tiempo en el que Sestao era el municipio más densamente poblado de Europa. Fue otro ayer, ahora lejano. En 2007, a Sestao le menguó el padrón más que a ningún otro municipio de Vizcaya. Todo comenzó con la llegada de los años noventa, cuando el cambio de marcha de la industria se llevó por delante un florecimiento que había durado décadas. A las grandes industrias de antaño se les encogió la vida. O desaparecieron. Y Sestao se convirtió en el municipio con más paro de Euskadi: llegó a alcanzar el 38%. Ahora supera el 13,5%. Y quizás el único negocio que pasó a asegurarse los clientes allí fue el de la venta de maletas.
Porque cerca de la tercera parte de los sestaotarras se marcharon, o regresaron al lugar desde el que habían llegado buscando trabajo. Si a finales de los años setenta el municipio tenía cerca de 45.000 habitantes, ahora sólo quedan cerca de 29.000."Creo que no fuimos todo lo diligentes que teníamos que haber sido", reconoce el alcalde socialista de Sestao, José Luis Marcos Merino, cuando reflexiona sobre la crisis. Él no era alcalde ni concejal este municipio en el que casi siempre gobernó el PSE. "Pero asumo mis responsabilidades como vecino". Y hasta ahí llega el salmo de los lamentos. Dice el alcalde Merino que ha llegado el cambio de ciclo. "Ya podemos dar por cerrada la crisis industrial. Ya se ha consolidado la reconversión de las empresas, y estamos poniendo en marcha nuevos polígonos industriales". Dice más: "Estamos trabajando para acabar con la infravivienda y dotar al municipio de un equipamiento urbano moderno y de una serie de equipamientos culturales y sociales. Esto representará una profunda transformación del municipio en los próximos seis años".
Mientras tanto, un paseo por el pueblo es suficiente para entender lo sucedido. Sestao creció siguiendo el tirón de las grandes empresas. Altos Hornos de Vizcaya (AHV), por ejemplo. Están las casas de los trabajadores. Hay un colegio con las antiguas siglas AHV esculpidas en la piedra de un mojón de la entrada. Están todos esos edificios de los obreros de otra época.
En AHV llegaron a trabajar más de 3.500 personas, cerca del 8% de la población. La empresa, reconvertida en la Acería Compacta de Bizkaia, produce hoy el doble que en los viejos tiempos. Pero sólo necesita 380 trabajadores para hacerlo.
Hay una palabra que aparece con frecuencia en determinadas conversaciones sobre Sestao: "Regeneración". La emplea, por ejemplo, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Sestao, Txaro Garrido: "Sestao necesita una regeneración". Y la emplea también el presidente de Vecinos por Sestao (VPS), Javier San Martín. VPS es un grupo político conformado por ciudadanos que no quisieron quedarse quietos cuando el municipio se hundía. Llegaron a tener tres puestos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Ahora tienen un solo concejal. "Los proyectos para la regeneración urbanística, social y económica de Sestao avanzan, pero de una forma lenta. Es necesario que las instituciones se impliquen más y que dejen a un lado los partidismos", asegura San Martín.
Al referirse a la zona baja de la ciudad, San Martín emplea palabras gruesas: "Están dejados de la mano de Dios". La visita al lugar derrumba muchos mitos sobre la modernidad alcanzada al sur de los Pirineos. Y los sestaotarras trabajan para sacar adelante, al fin, el municipio.
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