Este artículo se publicó hace 13 años.
El Senado da carpetazo a la reforma constitucional sin lograr más apoyos
Dos senadores socialistas vascos se ausentan del hemiciclo. CiU, PNV e ICV no participaron en la votación
Se acabó (por ahora). La reforma de la Constitución, su primera gran operación de cirugía, cubrió por fin su fugaz recorrido en las Cortes Generales. 33 años sin apenas mover una coma del texto y un total de dos semanas para redondear el nuevo artículo 135, que impone a todas las administraciones públicas un listón al déficit. Cuatro escalas: 23 de agosto, anuncio del presidente del Gobierno de un pacto con el PP para retocar la Ley Fundamental; 30 de agosto: toma en consideración de la propuesta por el Congreso; 2 de septiembre, aprobación por el pleno de la Cámara Baja. El día 6, ratificación por la Comisión Constitucional. Y ayer miércoles, 7 de septiembre, sanción definitiva por el pleno del Senado.
Eran las 19.34 horas y el marcador de votaciones de la Cámara Alta volvía a reflejar que socialistas y conservadores no habían logrado más apoyos que los de sus filas y los de Unión del Pueblo Navarro(UPN). En total, 233 votos a favor y tres en contra (dos de Coalición Canaria y uno de Foro Asturias). Ninguna abstención. Pero el Senado se compone hoy de 261 escaños.
ERC y BNG abandonaron la Cámara y CC y Foro Asturias votaron 'no'
Las cifras, desglosadas, sí permitían hacer otra lectura de la sesión. Sobre todo para observar las fugas, que las hubo, aunque menos visibles que en el Congreso. No se registraron en el PP, pues sus 121 senadores –faltaron tres, de baja justificada– votaron en bloque.
Pero sí entre los 103 senadores del PSOE. Votaron cien, y esos cien votaron sí. Pero los vascos Imanol Zubero y Roberto Lertxundi ya habían advertido de que se oponían a la reforma. La dirección del grupo intentó persuadirles para que reflexionaran. No pudieron. Buscó entonces convencerles para que, simplemente, no acudieran al pleno.
Ayer por la mañana se vio a los dos senadores en los pasillos de la Cámara. Estaban convocadas comisiones y, a las 12.30, la reunión del Grupo Socialista. Ambos, preguntados por Público, rehusaron anticipar qué iban a hacer.
Silva (PSOE) avisa del riesgo de rescate: "Si esperamos, igual llegamos tarde"
"Se comportarán de forma exquisita" con el partido, previno la portavoz, Carmela Silva. Y así fue. Ninguno de los dos acudió a la sesión, de forma que el PSOE no tuvo que apuntarse ningún voto en contra, como sí ocurrió la pasada semana en la Cámara Baja. Un tercer parlamentario socialista no acudió por estar de baja médica.
Los ocho senadores del PSC presentes en el salón (Josep Maria Batlle no llegó a tiempo y Assumpta Baig se hallaba de viaje) avalaron el texto, como hicieron los dos socialistas baleares integrados en el Mixto.
Y hubo más: el plante de las minorías, con menos teatralidad que en el Congreso pero siguiendo su mismo calco. Los tres representantes de ERC y el del BNG abandonaron el hemiciclo antes de comenzar la votación. CiU y PNV aguardaron en sus escaños, sin apretar el botón cuando tocó refrendar la nueva redacción del 135. Los dos parlamentarios de ICV no salieron esta vez de la Cámara para poder apoyar una enmienda suya que citaba la exigencia de referéndum y, después, imitaron a nacionalistas vascos y catalanes.
Zapatero no acude al pleno, como estaba previsto, para despachar con el rey
Argumentos recurrentesEl prólogo de las votaciones, un dilatado debate de tres horas y media, podía pintarse en pocos brochazos: la invocación de PSOE, PP, PSC y UPN de la necesidad de la reforma exprés de la Constitución para garantizar el Estado del bienestar y el encauzamiento de la economía, y la condena del resto de grupos por la "chapuza legislativa", de talante "centralista", por las formas y el fondo y por la determinación de los grandes a "hurtar" a los ciudadanos la posibilidad de hablar en referéndum.
Conservadores y socialistas, primero, hicieron encajar su apoyo a la reforma en su discurso de partido. Así, Pío García-Escudero (PP) presentó la modificación como una salvaguarda frente a los "excesos" de gasto, como los cometidos "los últimos años" por los ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero, y también para "reforzar los límites constitucionales al mal Gobierno". El PP, agregó, sólo es "corresponsable" de haberle puesto letra a una vieja demanda suya, pero no tiene la culpa del "cómo" (las prisas) y "el cuándo".
Silva se afanó en probar que la medida era "urgente" porque España, de lo contrario, caía al abismo del rescate: "En los países que están intervenidos, como Grecia, Irlanda y Portugal, los ciudadanos han visto incrementados sus impuestos y recortados sus derechos y su Estado del bienestar. ¿Quieren ustedes eso para los españoles? Yo no, y los socialistas, tampoco. La aprobación de esta reforma supone lanzar al mundo un mensaje fuerte, y hay que hacerlo ahora porque si esperamos podemos llegar tarde. Si esperamos, igual no llegamos". La portavoz socialista recordó que los dos mayoritarios habían sido "escrupulosamiente fieles" con el procedimiento tasado en la Carta Magna, que no obliga en estos casos a un referéndum.
"19 días y 500 noches"Su compañero, José Ignacio Pérez Sáenz, buscó pinchar a los minoritarios para rogarles que se subieran al carro del consenso, para el que no había faltado tiempo, así hubieran transcurrido "19 días y 500 noches". Sobre todo se dolió de la actitud de CiU, por "saltarse su ligazón con el PSOE de mantener la defensa de la Constitución". Jordi Vilajoana acusó la herida y reafirmó la "responsabilidad de Estado" de CiU: "Ustedes, con el PP, han pasado de nosotros, de ICV, del PNV, de ERC, del BNG... Decidieron arreglar el mundo. No nos hemos ido. Nos han sacado ustedes".
Quedó una refriega más con CiU. Pérez Sáenz, admitiendo el "coste electoral" que suponía la reforma para el PSOE, asumió lo "difícil" que resulta decirle a los ciudadanos que no se les va a consultar, pero los partidos sí pueden hacerlo. "Ha habido con el referéndum kilos de populismo". Y miró a CiU: "Podían haber consultado la supresión de las Urgencias en Catalunya". La mención a los recortes levantó abucheos.
Rumores también suscitó Miquel Bofill, de ERC. Alargó más de la cuenta el prólogo en catalán de su intervención y fue apercibido por Javier Rojo, presidente de la Cámara. El senador lo tomó como prueba de que los catalanes ya no "caben en el Estado español" y deben "prepararse para saltar el muro constitucional".
Joseba Zubia (PNV) deploró el "rodillo" de PSOE y PP. Joan Saura, de ICV, metió el dedo en la llaga "No se han calmado los mercados", "no hay crecimiento y el paro crece" y azuzó a los dos grandes por "atreverse" a quebrar un pacto constitucional sólido gracias a la firma, en 1978, de su partido, el PCE, y CiU. Y Xosé Manuel Pérez Bouza (BNG), tras censurar el "sarao" de PSOE y PP, les invitó, irónico, a que concurran "juntos" a las generales del 20-N.
En la bancada del Gobierno, hasta diez ministros siguieron el pleno. No Zapatero, pese a que estaba prevista su asistencia. El presidente cambió el hemiciclo por el despacho con el rey en la Zarzuela. Al acabar la sesión, el Ejecutivo habló por boca del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. "Es un paso importantísimo, de gigantes, para hacer un euro fuerte, y con un euro fuerte hay una Europa fuerte". España "se pone a la cabeza de Europa", alabó en los pasillos de la Cámara Alta.
Acabado el trámite parlamentario, se abre hoy el plazo para recoger firmas por un referéndum. Punto final para la reforma. ¿O punto seguido?
LA VOTACIÓN EN EL PLENO DEL SENADOEl dictamen final, el texto del nuevo artículo 135 de la Constitución, al que no se incorporaron enmiendas a su paso por la Cámara Alta, recibió 233 votos a favor (PSOE, PP, UPN y PSC), tres en contra (CC y Foro Asturias) y ninguna abstención. El Senado tiene ahora 261 escaños.
-Votos a favor: 121 del PP (faltaron tres por baja médica: Manuel Fraga, José Atarés y Rosario Soto), 100 del PSOE (se ausentaron tres), ocho del PSC (otro más, Josep Maria Batlle no llegó a tiempo y Assumpta Baig se encontraba fuera de España, de misión en El Salvador), 2 de Unión del Pueblo Navarro (Mar Caballero y Pedro Eza) y 2 socialistas baleares integrados en el Grupo Mixto (Arturo Bagur y Margarita Font).
-Votos en contra: 3. Dos de ellos, de Coalición Canaria (Narvay Quintero y Miguel Zerolo) y uno de Foro Asturias (Isidro Martínez Oblanca).
-'Ausentes' (pero presentes en la Cámara): en el hemiciclo estaban sentados, pero no votaron, siete de los ocho senadores de CiU (todos menos Josep Maldonado, de viaje por motivos familiares), los tres representantes del PNV y los dos de ICV. Del salón de sesiones salieron los tres senadores de ERC y el portavoz del BNG. En total: 16.
-Socialistas 'rebeldes': dos (Imanol Zubero y Roberto Lertxundi).
-Resto de ausentes: siete (uno del PSOE, tres del PP, dos del PSC y uno de CiU).
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