Juan Carlos Pastor, seleccionador español de balonmano, no quiere la más mínima relajación a falta de una semana para el inicio del preolímpico de París, en el que el equipo nacional se jugará su billete para los Juegos Olímpicos de Pekín, la "ilusión" que como aseguró, ha marcado el camino del equipo español en los últimos cuatro años.

"Esperamos estar en Pekín, esa es la ilusión de estos cuatro años, y aunque es un poco injusto que haya que jugárselo en tres días, es así para todos, por lo que vamos a ir a muerte para lograrlo", comentó Pastor antes del entrenamiento que el equipo español efectuó esta tarde en el Pabellón Vita Alegre de Córdoba.

Escenario del primero de los dos enfrentamientos, el segundo será el domingo en la localidad madrileña de Pinto, que medirán a la selección con Islandia, que al igual que España tratará de sellar la próxima semana su billete para Pekín.

"Es un test importante jugar contra un equipo como Islandia", señaló Pastor, que utilizará la doble confrontación con los nórdicos "para ir mejorando el nivel" con vistas al debut en el preolímpico de París ante Noruega el próximo viernes 30 de mayo.

Para ello, el seleccionador nacional utilizará a los dieciséis jugadores, tras la marcha del pivote hispano-cubano Rolando Uríos que tuvo que abandonar la concentración a causa de una meniscopatía externa en la rodilla derecha, que se han desplazado hasta Córdoba.

"Si no hay ningún problema mañana jugarán los dieciséis, porque los tocados -Raúl Entrerríos, Rubén Garabaya y David Davis- se han ido incorporando ya el resto del grupo", señaló Pastor, que se mostró satisfecho con el nivel mostrado hasta ahora por los internacionales en los entrenamientos.