Este artículo se publicó hace 14 años.
Sarkozy acepta la petición alemana de endurecer normas en la UE
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cedió el martes a las demandas de Alemania para endurecer las normas presupuestarias en la Unión Europea, mientras la caída de la calificación de crédito de Grecia y las señales de tensión en los bancos españoles ponen más presión sobre la zona euro.
Tras las reuniones que mantuvo en Berlín la noche del lunes, Sarkozy aceptó una propuesta de Alemania para que a los países de la zona euro que violen reiteradamente los límites de déficit fiscal se les puedan suspender sus derechos de votación, aunque esto implique cambiar el tratado de la UE.
También cedió a la propuesta de la canciller Angela Merkel respecto a que un "gobierno económico" más cercano debería implicar a los 27 estados miembros de la Unión Europea y no sólo a los 16 países que pertenecen a la zona euro, como pretendía Francia.
Al mismo tiempo, Sarkozy abandonó su demanda de una secretaría dedicada a la zona euro.
La agencia Moody's Investors Service rebajó el lunes la calificación soberana de Grecia a estatus "basura", acabando con una racha de cuatro días de alzas del euro y las bolsas europeas, reavivando el nerviosismo en los mercados globales.
Un indicador sobre la confianza de los inversores y analistas alemanes publicado el martes cayó mucho más de lo esperado, golpeando al euro frente al dólar.
El observado sondeo del centro de estudios germano ZEW, con sede en Mannheim, ha bajado al 28,7 frente al 45,8 de mayo, su peor descenso desde octubre de 2008. El pronóstico en un sondeo de analistas de Reuters apuntaba a una caída al 42,0.
La prima de riesgo que cobran los inversores por optar por la deuda de los países de la periferia de la zona euro como Grecia, Italia, Irlanda y España, en lugar de los bonos alemanes, subía el martes, al igual que el coste de asegurar la deuda de estos países contra una posible suspensión de pagos.
España, que lucha para controlar un elevado déficit y reestructurar su sector financiero, admitió el lunes que los bancos extranjeros se están negando a prestar a algunos de sus bancos, pero desmintió las noticias sobre que está preparándose para pedir un rescate de la UE.
Consultada sobre estas noticias, Merkel dijo que no quería alimentar la especulación, pero añadió que España y otros países saben que la red de seguridad financiera europea está activa en caso de que no puedan acceder a los mercados de crédito.
PRUEBAS DE TENSIÓN
El diario El País citó fuentes gubernamentales diciendo que el Gobierno quiere que los reguladores europeos publiquen los resultados de las pruebas de tensión de manera individual con las que se mide la solvencia de cada banco para restablecer la confianza del mercado.
Alemania, Francia y el Banco Central Europeo se oponen a esta medida, defendida férreamente por el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, ya que temen que esto pueda desatar la especulación contra algunos bancos europeos.
"Si se conocieran los resultados de las pruebas, habría más de una sorpresa", dijo una fuente gubernamental a El País.
Algunos economistas creen que Europa podría enfrentarse a un largo período de estancamiento económico, similar a la situación que atravesó Japón en los años 90, a menos que los gobiernos tomen medidas decisivas para obligar a los bancos a deshacerse de algunas deudas y recapitalizarse, asociarse con otra entidad o cerrar.
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