S.P. Thamilchelvan, la cara pública de la guerrilla tamil

El líder político de la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), S.P. Thamilchelvan, fallecido hoy en un bombardeo del Ejército, era la voz pública de los rebeldes y el interlocutor con los mediadores internacionales de paz.

Thamilchelvan se unió a las filas de combatientes de la guerrilla tamil en la década de 1980, cuando el movimiento se alzó en armas para reclamar un Estado independiente para los tamiles en el norte y este de la isla, donde esta etnia es mayoritaria frente a los cingaleses que dominan en el resto del país.

En aquella época participó activamente en numerosos enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales y sobrevivió a dos atentados con sendas minas que en teoría debían estallar al paso de su vehículo, aunque en ninguno de los casos fue alcanzado por las explosiones.

A principios de la década de 1990 quedó lisiado durante una batalla con fuerzas del Gobierno, y desde entonces se dedicó a trabajar para el departamento político del LTTE.

Thamilchevan se mantuvo en un segundo plano en las conversaciones de paz con el Gobierno celebradas en 2002 en Tailandia (acudió el ideólogo Anton Balasingham, mano derecha del líder supremo del LTTE, Vellupillai Prabhakaram), aunque en los meses siguientes advirtió públicamente de que el pacto de alto el fuego entre ambas partes peligraba.

En 2003 las conversaciones de paz quedaron estancadas, mientras, al frente de la división política, Thamilchevan se fue convirtiendo poco a poco en la cara pública de la guerrilla, a la que representaba en las reuniones con delegados de la comunidad internacional y mediadores de paz.

En enero de 2004, ante unos 50 delegados de los países donantes reunidos en Kilinochi -el centro de operaciones de la guerrilla y donde hoy perdió la vida-, Thamilchelvan alertó de las dificultades de mantener el alto el fuego, una advertencia que repitió en varias ocasiones en los meses sucesivos.

En ese mismo año, el líder de la rama política del LTTE realizó una gira por diversos países europeos para buscar apoyo a la causa tamil, con acusaciones al Gobierno de violar las condiciones del alto el fuego.

El Gobierno respondió acusando a la guerrilla de violar los derechos humanos, algo que también denunciaron diversas ONG.

En 2006, tras intensas negociaciones con la ayuda de mediadores internacionales, la guerrilla y el Gobierno decidieron tratar de reanudar el proceso de paz, con una reunión en febrero en Ginebra a la que acudió Thamilchelvan como parte de la delegación tamil.

A ese encuentro le siguió un segundo, en octubre de ese mismo año, en el que el principal representante de los tamiles fue Thamilchelvan, quien puso como condición para la paz la reapertura de una carretera en el norte del país clave para los rebeldes.

Según el dirigente del LTTE, fue precisamente la falta de acuerdo sobre su reapertura la causa del fracaso de aquellas conversaciones de paz, que terminaron con denuncias cruzadas entre ambas partes.

En los últimos meses, el líder guerrillero concedió entrevistas e hizo declaraciones públicas en las que criticó al Gobierno, al que acusó en más de una ocasión de violar los derechos humanos y de desviar al Ejército fondos destinados a ayuda humanitaria.

Thamilchelvan estaba considerado por muchos el número dos en la jerarquía de poder de la guerrilla, sólo por debajo de Vellupilai Prabakaram, y algunos le consideraban incluso su posible sucesor.