Este artículo se publicó hace 13 años.
Rubalcaba tiende la mano a Rajoy pero le advierte contra el "recorte de derechos"
Cifra en 10.000 millones la pérdida de ingresos que supondrán las medidas fiscales anunciadas por el líder del PP
Alfredo Pérez Rubalcaba optó por un discurso de mano tendida en su estreno en el cara a cara de la nueva legislatura con Mariano Rajoy e inauguró la oposición "positiva" que se comprometió a liderar al frente del Grupo Socialista. El guante blanco que tendió en la tribuna regresó a su escaño sin mancha alguna concluido el duelo, convertido en una suerte de remake del pasado debate electoral en el que ambos repitieron su papel: Rubalcaba, preguntando, y Rajoy, zafándose cuanto pudo de las respuestas.
"Si nuestro voto va a ser negativo, que lo va a ser, nuestro espíritu va a ser positivo", arrancó Rubalcaba su intervención. El presidente del Grupo Socialista subió a la tribuna sin apoyarse en el bastón de un discurso cerrado, de papeles leídos a la manera de Rajoy. También en este detalle se reeditaron algunos usos del debate electoral.
Conciliador, Rubalcaba ofreció consensos y "lealtad sincera" al nuevo Gobierno en grandes capítulos empleo, sanidad, reforma de las administraciones públicas, o política europea, entre otros y fijó la defensa del Estado del Bienestar a modo de trinchera para su partido, como una "línea roja" que declaró infranqueable. "Si toma medidas para ahorrar y quiere hacer reformas en el Estado social, no diremos que no, pero una cosa es que busque garantizar su viabilidad y otra es hacerlas para desmantelar el Estado del bienestar. Si quiere recortar derechos, nos tendrá beligerantemente en contra", advirtió el portavoz socialista.
La cara oculta de RajoyLejos de cualquier acento belicoso "Le agradezco el tono, ha sido constructivo", le agradeció Rajoy, Rubalcaba hizo del palo y la zanahoria del acuerdo su herramienta dialéctica. El líder del PSOE instó al del PP a revelar "cuanto antes" la cara oculta de sus intenciones: "Ha dicho lo bueno y se ha quedado lo malo", le reprochó. Así arrancó Rubalcaba a Rajoy una confesión: que no cambiará la reforma de las pensiones que elevó la edad de jubilación a 67 años y que el PP combatió en su día.
Denunciando la cuadratura del círculo, Rubalcaba buscó una contradicción de origen en el discurso de Rajoy para poner en evidencia que "no le cuadran las cuentas". Anunciada su intención de recortar 16.500 millones de euros en 2012, ¿cómo cubrirá las "rebajas fiscales y subvenciones" anunciadas?, se preguntó Rubalcaba. Rajoy sabe, pero no dice, receló el líder del PSOE, que cifró en 10.000 millones de euros el coste de estas medidas.
Minijobs' depredadoresAbierto el futuro del mercado laboral en la tribuna la reforma recién aprobada y la anunciada ayer, el líder socialista pidió a Rajoy tiempo para comprobar los efectos de la última modificación antes de endurecer el marco laboral en España. Rubalcaba invitó al futuro Gobierno a comprobar "qué pasa" allí donde se ha ejecutado, como Alemania, "no vaya a ser que vayamos al peor de los mundos posibles desde el punto de vista de los derechos laborales".
"No hagamos en España lo que Alemania está revisando", alertó Rubalcaba, quien advirtió del riesgo de "importar los minijobs [contratos basura de un máximo de 15 horas semanales vigentes en Alemania desde 2003] como hicimos con los cangrejos americanos, una especie depredadora que se introdujo en los ríos españoles y que acabó con los cangrejos autóctonos". "Si usted pone contratos precarios concluyó, no quedará un contrato normal en nuestro país: el resultado será más precariedad sin regulación ni convenios colectivos", sentenció.
El presidente del Grupo Socialista llevó también a su discurso algunas cuestiones olvidadas por el próximo presidente del Gobierno. Defendió los derechos asentados en los últimos ocho años y, reparando en uno concreto, pidió a Rajoy que retire el recurso que planteó el PP ante el Tribunal Constitucional contra el matrimonio homosexual para que la gente pueda "casarse con quien quiera".
También respondió Rubalcaba a la propuesta de Rajoy de alcanzar un acuerdo para la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional. Lo hizo positivamente, aunque lamentó que pueda "instalarse la creencia de que cuando gobiernan unos el Constitucional no se renueva y cuando lo hacen otros se renueva inmediatamente". El responsable de Justicia del PP, Federico Trillo, respondió con una sonrisa cómplice desde su escaño.
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