Este artículo se publicó hace 15 años.
Los Rockets empatan la eliminatoria humillando a los Lakers
Los de Houston, con un quinteto de desconocidos, arrasan al equipo de Pau Gasol.
La combinación mortífera del base Aaron Brooks y el escolta Shane Battier fue la clave que permitió a los Rockets de Houston vencer por 99-87 a Los Ángeles Lakers en el cuarto partido de las semifinales de la Conferencia Oeste para empatar a 2-2 la serie al mejor de siete.
El quinto partido se disputará el próximo martes en el Staples Center y la serie regresará de nuevo a Houston para jugarse el sexto el jueves.
Brooks, con 34 puntos (12-20 tiros de campo, incluidos 4-9 triples y 6-6 desde la línea de personal), su mejor marca como profesional, se convirtió en el gran líder de los Rockets, que contra todos los pronósticos, y a pesar de la baja del pívot chino Yao Ming, fueron de principio a fin superiores a los Lakers.
Gasol se salva con 30 puntosEl entrenador Rick Adelman eligió al ala-pívot Chuck Hayes para ocupar el puesto de Ming, mientras que Battier hizo de primera opción ofensiva con los triples que iban a hundir a los Lakers.
Los Rockets, que sólo perdieron 10 balones por 11 de los Lakers, también tuvieron al base Kyle Lowry como su mejor jugador del banquillo al aportar 12 puntos (5 de 8 tiros de campo y 2-2 desde la línea de personal) para completar la exhibición del equipo de Houston.
De los Lakers, que también perdieron al alero Lamar Odom, con lesión en la espalda, sólo Gasol se salvó al conseguir 30 puntos y nueve rebotes, líder del equipo en ambos apartados, pero su aportación se produjo cuando el partido estaba ya decidido a favor de los Rockets.
Gasol jugó 39 minutos para anotar 11 de 17 tiros de campo y 8-13 desde la línea de personal, puso dos tapones y dio una asistencia.
Pero a Bryant le faltó la inspiración ante el gran marcaje que le hizo Battier y anotó 7 de 17 tiros de campo, con 13 puntos conseguidos en la primera parte y sólo dos en la segunda, para simbolizar la derrota de su equipo.
Ni titulares ni reservasEl comienzo del partido fue espectacular para los Rockets con Battier infalible en los tiros a canasta con 4-4, incluido 3-3 triples, y 1-1 desde la línea de personal, para 12 puntos que permitió al equipo de Houston ponerse con parcial de 29-16, mientras que Bryant logró nueve y cinco fueron de Gasol para los Lakers.
Pero lo más importante para los Rockets, habían puesto nervioso a Bryant que se dirigió al veterano árbitro Dick Bavetta para reclamarle una falta que le habían hecho en el tiro a canasta y recibió una falta técnica.
Jackson comprobó que los titulares de los Lakers no podían controlar sus emociones y su energía para el juego era muy inferior a la que estaban aportando los Rockets, con Brooks magistral en la dirección, y Hayes como factor sorpresa, mucho más físico que Ming.
Los reservas no cambiaron nada para los Lakers porque el banquillo de los Rockets, dirigidos por Lowry fue también muy superior y no sólo mantuvo la diferencia de 13 puntos sino que la llego a incrementar hasta 19 con parcial de 41-22 y siete minutos para concluir la primera parte.
La cara de Jackson era todo un poema al ver como un equipo con los dos jugadores franquicia y sin hombres altos de calidad le estaba dando toda una lección de juego a sus estrellas.
Exhibición de los RocketsPero faltaba todavía lo peor para los Lakers, porque el ataque de los Rockets sintió más que nunca el "instinto asesino" y con tres triples consecutivos --dos de Brooks y uno de Battier-- dejaron un parcial humillante de 67-40 cuando faltaban 6:54 minutos para concluir el tercer periodo.
Faltaba todavía que la ventaja fuese de 28 tantos después de que Odom, que recibió falta en ataque y se golpeó fuerte contra el suelo, protestara a Dan Crawford y recibiera falta técnica que anotó Battier (68-40).
Luego llegaría la exhibición completa del ataque de los Rockets con Brooks imparable al conseguir 17 puntos, incluidos los dos últimos del tercer cuarto, en jugada sensacional de Artest.
El alero de los Rockets, que faltando dos décimas de segundo para concluirlo, envió un pase de auténtico mariscal de campo a Brooks, que estaba sólo bajo la canasta de los Lakers, se elevó y tocó el balón para ponerlo contra el tablero y el parcial de 84-53 ante el delirio de lo seguidores de los Rockets.
El cuarto periodo sirvió para firmar la gran lección de estrategia y baloncesto que Adelman le dio a Jackson, quien puede tener nueve títulos de liga, pero no ha ganado ningún partido de semifinales de los "playoffs" sin los dos jugadores franquicia, primero con los Bulls de Chicago y luego con los Lakers.
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