Este artículo se publicó hace 15 años.
Ricardo Piglia dice que no comprende la distribución editorial en Latinoamérica
El novelista argentino Ricardo Piglia no acaba de entender los pequeños "guetos nacionales" que crea la gran industria editorial en Latinoamérica, pues publica la obra de algunos autores en cada país pero no la distribuye en otros.
"Se trata de una política incomprensible", afirmó el autor argentino a Efe en Madrid, a donde llegó para participar en un encuentro con los lectores que siguen su obra.
"Lo que uno imagina que deberían hacer es que una parte de los libros editados, por ejemplo en Colombia, podían ser enviados para su distribución en México o en Argentina", aseguró Piglia en la sede de la librería-galería argentina Centro de Arte Moderno, especializada en literatura y arte de Latinoamérica.
El escritor argentino llama a este fenómeno una "balcanización" y considera que "el impedimento para la buena circulación de la literatura" hace que se produzca un "corte" en la discusión de temas como la lengua común, las literaturas nacionales o el significado de ser español o latinoamericano.
El autor evoca los tiempos de sus "comienzos" en el oficio, cuando llegaban a Argentina libros de los mexicanos José Agustín o José Emilio Pacheco, o de los españoles Juan Goytisolo, Juan García Hortelano o Ana María Matute, "pero ahora -lamenta- está todo estructurado de manera diferente...".
Piglia, que en los próximos días viajará a Barcelona y después a Granada para participar en un congreso sobre la relación entre la lengua española en España y en América, aseguró que aprovechará la oportunidad para "auspiciar" la idea de que "la lengua española nos dignifica a todos y a cada uno en su particularidad".
"Al fin y al cabo, España es una región de la lengua como lo son también México, Río de la Plata, los Andinos, el Caribe...", dice Pigilia, e insiste en que "no se puede unificar a Latinoamérica como si todos los países fueran iguales".
La cultura debe empezar a plantear, "ahora que en América se conmemoran los bicentenarios de la independencia" de España, que hay que tender a establecer relaciones de igualdad entre las regiones, "no con antagonismos políticos sino con la comprensión de las tradiciones culturales y literarias propias".
"Porque esas diferencias -dijo- nos ayudan a entendernos mejor que la idea de que todos somos iguales; de que todos somos hijos de España".
Ricardo Piglia, autor de obras como "La invasión", "Formas breves", "Prisión perpetua" "Nombre falso", "Respiración artificial", "El último lector" o "Plata quemada", ya tiene título para su próxima novela, que publicará en septiembre de 2010: "Blanco nocturno".
Las "primeras imágenes" con las que empezó esta novela le llegaron con los soldados británicos en la guerra de las Islas Malvinas (1982), que -recuerda- llevaban unas "antiparras" de visión nocturna.
Esos artefactos le dieron la base para trabajar sobre la idea de que "no hay lugar donde esconderse", una metáfora para hablar de algo que le genera "inquietud" desde la niñez: "lo que pasa cuando llega la noche a lugares como la Pampa argentina, a la llanura, a la planicie; si uno se larga a caminar por el campo pierde las referencias, las luces están muy espaciadas, lo único que se escucha son los perros que ladran...".
A propósito de José Emilio Pacheco, distinguido en España el 30 de noviembre pasado con el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas, al que Piglia también había sido propuesto, aseguró que el escritor mexicano es un "absoluto merecedor" del premio.
"Es un escritor y poeta extraordinario, un traductor de calidad difícil de encontrar, un ensayista elegante que no cae en ninguna de las supersticiones de la academia, que escribe cosas para todo el público, un trabajador tranquilo, consecuente...", dijo Piglia de su colega mexicano José Emilio Pacheco.
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