Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Reyes Magos regalan magia e ilusión a los niños de España en la noche más emocionante del año
Cientos de miles de niños de toda España viven ya la noche más mágica y emocionante del año después de dar la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos que, procedentes de Oriente, desfilaron en sus carrozas por la mayoría de ciudades españolas antes de repartir sus sacas de regalos.
En camello, caballo, helicóptero, barco, e incluso, en catamarán, sus Majestades de Oriente se han presentado en las ciudades y pueblos españoles para recibir a niños y mayores en las calles que, con nervios, aguardaban desde hace horas la llegada de los monarcas subidos en espectaculares carrozas.
Para agradecer tan masiva bienvenida, el séquito de pajes, bailarines, zancudos, trapecistas, magos y hasta duendes regalaron, además de ilusión, toneladas de caramelos y miles de peluches en toda España.
En Madrid, cientos de miles de personas salieron al Paseo de la Castellana para ver de cerca a los soberanos que viajaron sobre la constelación de Pegaso (Melchor), la formación del Pez Austral de la constelación de Piscis (Gaspar) y la de Capricornio (Baltasar).
El color blanco, los astros y el personaje de cuento Pinocho fueron, además de sus propias majestades, los protagonistas de la cabalgata madrileña.
Los Reyes Magos surcaron el mar Mediterráneo a bordo del pailebote Santa Eulalia antes de arribar a Barcelona y ser recibidos por un séquito de más de varios millares de personas.
Sus majestades brillaron con luz propia en la ciudad condal pues, al paso de la comitiva, la iluminación de las calles se atenuó para que Melchor, Gaspar y Baltasar se hicieron más visibles.
En ningún lugar de los muchos del territorio español que los monarcas de Oriente visitaron hubo tiempo ni sitio para el aburrimiento, todo lo contrario, las calles se llenaron de nervios, alegría, espectáculo y gritos de los niños ante su presencia.
Una nevada de confeti blanco y de colores acompañada de fuegos artificiales iluminó el cielo de Salamanca al paso de los tres tronos reales y en Zamora, 5.000 peluches y pelotas de goma, además de una tonelada de caramelos, volaron desde las carrozas hasta que los cientos de niños congregados con sus familias pudieran cogerlos.
La mirada perpleja de los más pequeños pudo verse también en Palencia donde una comitiva de 300 figurantes desfilaron por la ciudad junto a las habituales ocas amaestradas de "Miguelín", el ciudadano propietario de los animales que desde hace años sale con ellas en cabalgata.
Miles de niños cordobeses y sevillanos esperaron la llegada de los Reyes Magos a los que en la ciudad hispalense pudieron ver durante más tiempo, ya que algunas carrozas tuvieron que pararse porque no podían pasar al chocar su estructura con la iluminación navideña.
Pero, sin duda, donde Melchor, Gaspar y Baltasar eligieron más medios de transporte distintos para llegar fue a la Comunidad Valenciana.
Un catamarán trasladó a sus majestades a Valencia donde desfilaron junto a 45 carrozas, mientras que 250.000 personas les dieron la bienvenida en Alicante donde aterrizó su "helicóptero real", y sobre las jorobas de los camellos se pasearon por Alcoy, localidad alicantina que tiene el privilegio de ser la que más veces ha recibido a los Reyes Magos, hasta en 123 ocasiones.
A Toledo llegaron en globo y prefirieron deslizarse sobre la nieve en esquís en Zaragoza, donde fueron recibidos por la Escuela de Esquí de Candanchú en la cima del Tobazo y visitaron el recinto de la Exposición Internacional.
Como en otros años, el recibimiento más sonoro fue el protagonizado por los niños de la localidad gaditana de Algeciras, que recibieron a sus majestades arrastrando latas para llamar su atención.
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