Este artículo se publicó hace 15 años.
Reino Unido descarta cargos contra el hacker del Pentágono
La fiscalía británica dijo el jueves que no presentaría cargos contra un experto informático acusado por un abogado estadounidense del "mayor pirateo militar de todos los tiempos", lo que supone un revés en el intento de evitar la extradición.
Gary McKinnon fue arrestado por la policía británica en 2002 acusado de acceder ilegalmente a ordenadores, entre ellos los sistemas del Pentágono, el Ejército, la Marina y la NASA, y causando daños valorados en 700.000 dólares.
Un tribunal británico decidió en 2006 que debería ser extraditado a Estados Unidos para enfrentarse a juicio. Si es condenado por un tribunal estadounidense, podría enfrentarse a hasta 70 años de cárcel. McKinnon ha estado litigando la decisión judicial británica desde entonces.
Sus abogados pidieron al director de la Fiscalía Pública de Reino Unido que considere la petición de juzgarle en Reino Unido, donde creen que recibiría una sentencia mucho más corta.
Pero el Servicio Fiscal de la Corona dijo que la revisión había concluido que sería un error para él enfrentarse a un juicio en su país.
"No. No se trataba de experimentos aleatorios de piratería informática, sino un intento deliberado de violar los sistemas de defensa de EEUU en un momento crítico que causó un daño bien documentado", dijo Alison Saunders, responsable de la División del Crimen Organizado de la Fiscalía Pública.
y en ese sentido hay un vínculo con el Reino Unido - pero el objetivo y los daños fueron transatlánticos".
REDES MILITARES
McKinnon está acusado de perjudicar a toda la red del Ejército de EEUU del Distrito Militar de Washington de más de 2.000 ordenadores que tuvo que cerrarse durante 24 horas.
El hombre dijo a Reuters que sólo era un virtuoso de los ordenadores que quería saber si realmente existen los extraterrestres y se obsesionó con la búsqueda de pruebas a través de las grandes redes militares.
En el momento de su acusación. Paul McNulty, fiscal estadounidense para el Distrito Oriental de Virginia, dijo: "El señor McKinnon está acusado del mayor pirateo militar informático de todos los tiempos".
La decisión de la fiscalía británica no acaba con la batalla legal de McKinnon. El mes pasado, el Tribunal Superior de Londres falló que McKinnon, al que se le ha diagnosticado el Síndrome de Asperger, podría apelar la decisión del Gobierno de extraditarle.
Sus abogados alegaron que su salud se resentiría y que existía un riesgo real de que se suicidase si era entregado a las autoridades estadounidenses.
"El señor McKinnon seguirá en el Reino Unido mientras siga pendiente el proceso de revisión judicial... y esperamos que el procedimiento tenga éxito", dijo su abogado Kaim Todner en un comunicado.
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