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La reforma de las pensiones costará 1.500 millones a los bancos

Tendrán que dotar esa cuantía en provisiones para pagar los complementos de las pensiones públicas que tienen acordados con sus trabajadores

M. ALBA / V. ZAFRA

Jubilación a los 67 años. La medida (exigida por los mercados) se aprobó como salvoconducto de la hucha de la Seguridad Social, ante el aumento progresivo de pensionistas, importes mensuales y años de percepción. Tras ese gran titular, la reforma de las pensiones abre la opción de jubilación a aquellos trabajadores que lleven cotizados 38 años y medio cuando cumplan los 63 años.

Este dato se ha asumido en la inmensa mayoría de los sectores empresariales españoles, pero se está mirando con lupa en la banca. Y es que este cambio tiene consecuencias multimillonarias para los bancos nacionales, salvo que consigan convencer al Banco de España de que les suavice los efectos. La nueva ley de pensiones supone, para estas entidades, una obligación de elevar en unos 1.500 millones de euros la hucha que tienen constituida para pagar las pensiones de los empleados (incluidos los prejubilados que aún no están jubilados) que entraron a trabajar antes de 1980. En esta situación están actualmente unos 50.000 trabajadores.

El cambio afecta a quienes entraron a trabajar en banca antes de 1980

Las entidades tendrán que provisionar esa cantidad a corto plazo (un máximo de siete años) para cumplir con los compromisos fijados en los planes de pensiones de estos trabajadores, que cuentan con un complemento para compensar la pensión pública. Esta prestación económica, denominada P.E., pretende que el jubilado de banca perciba mensualmente la misma cantidad de su último sueldo en activo.

Actualmente, todos los bancos que operan en España, ya sea bajo la modalidad de fondos de pensiones externos la mayoría del sector o internos sólo Santander, Banesto y Bankinter, tienen hechos sus cálculos de aportaciones a las pensiones de estos 50.000 empleados para la edad de 65 años. Con la nueva ley, y al adelantarse en dos años la posibilidad de jubilación, el banco se ve obligado a pagar dos años más de prestación. Además, la cuantía percibida cada ejercicio (durante unos 22 años, según las tablas de mortalidad) es mayor, ya que la pensión pública se reduce según se adelanta la edad de retiro.

Al final, el sobrecoste medio para la entidad es de unos 30.000 euros por trabajador, aunque varía dependiendo de las condiciones laborales de cada uno (ver ejemplo en la tabla adjunta). Por tanto, los empleados de banca pueden ser de los pocos españoles beneficiados por la reforma de las pensiones.

El empleado se podrá retirar dos años antes, lo que eleva sus gastos de jubilación

El sector prefiere mantenerse cauto y esperar a que se apruebe finalmente el nuevo texto de pensiones en el Congreso previsto para mediados de julio y ver su impacto en el convenio de banca que se está negociando en la actualidad.

'Todo esto puede afectar al cálculo de la provisión para pensiones, pero no tiene por qué tener necesariamente un impacto económico negativo en las entidades. En gran medida, dependerá de cómo se interpretan los convenios, el actual y los que se tienen que firmar', aseguran fuentes del sector. Las mismas voces estiman que la nueva medida complica la situación de los prejubilados actuales 'porque la mayoría pactaron las condiciones individuales con el banco'.

Cada trabajador percibirá de media 30.000 euros más en su jubilación

Los sindicatos, por su parte, mantienen una posición contraria. 'A los prejubilados actuales también les afectará la medida, por tanto, los bancos deben empezar a hacer sus cálculos', mantienen desde las centrales.

Sin embargo, otras fuentes reconocen que la cifra de 1.500 millones puede reducirse por estos compromisos privados entre trabajador y empleado. 'De hecho', explican estos expertos, 'hay jubilados que pactan con el banco una cantidad menor a la que le correspondería durante los 20 años que se proyecta el plan de pensiones a cambio de recibirla anticipadamente'.

Además, el hecho de que las entidades tengan que provisionar esa cuantía no supone que finalmente tengan que pagarla en su totalidad, ya que habrá empleados que decidan seguir trabajando igualmente hasta los 65 años o más.

BBVA y Santander tienen 36.000 empleados afectados por este cambio legal

Por otra parte, si los prejubilados que ahora está previsto que cobren su sueldo del banco hasta los 65 años deciden pasar a la situación de jubilación dos años antes, el banco podrá ahorrarse las cuantías que tenía previsto pagarles entre los 63 y los 65 años (lo que supone un cantidad de unos 35.000 euros al año).

Por entidades, en caso de ejecutarse, tanto Santander como BBVA tendrán que asumir el mayor coste de este recálculo en los planes de pensiones, al aglutinar al 45% del total de trabajadores de banca en España. El primero cuenta con 15.200 trabajadores en esta situación (4.200 en activo) y el segundo con 21.000 (casi 5.000 en activo).

Al contrario del impacto que tendrá la medida en los bancos, la cláusula de jubilación anticipada a los 63 años supondrá un ahorro para el sector de las cajas de ahorros. En su convenio, la articulación de los planes de pensiones es diferente a la de los bancos. De hecho, en las cajas la aportación para el complemento de la pensión es un porcentaje del salario anual que oscila entre el 5 y el 10%, en función de la entidad, provisionado hasta que se produce la jubilación. 'Cuantos más trabajadores puedan jubilar anticipadamente las cajas con 63 años, más beneficiosa será la medida para ellas porque se ahorran dos años de aportación al plan de pensiones', aseguran desde el sector. Actualmente, las cajas se encuentran en un profundo proceso de prejubilaciones -puede afectar finalmente a 30.000 trabajadores- debido a la bancarización del sector. 

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