Este artículo se publicó hace 14 años.
Las redes sociales y los riesgos de la excesiva "exposición" de los menores
Las redes sociales representan uno de los principales canales de comunicación empleados por los jóvenes actualmente, si bien la falta de privacidad a la que se enfrentan ante otros usuarios puede derivar en "situaciones de riesgo", según ha advertido a EFE el psicólogo Antonio Castaños.
"Los adolescentes aprovechan estas comunidades virtuales para enseñar sus fotografías, trasmitir sus estados de ánimo e, incluso, para citarse entre ellos, aunque muchas veces estas conversaciones se entablan con personas a las que acaban de conocer por Internet", ha explicado Castaños.
A pesar de que Tuenti y Facebook no permiten el acceso a los menores de catorce años, basta con que éstos falsifiquen su fecha de nacimiento al introducir sus datos para que puedan crearse un perfil, según este experto.
Por ello, Castaños ha alertado sobre "el posible contacto" que puede establecerse entre los jóvenes y "pederastas y violadores que se aprovechan de esta situación".
Además, ha manifestado que estos entornos comunicativos a través de Internet "también son foco de acoso juvenil" -ciberbullying- ya que "los adolescentes buscan constantemente la aprobación y la aceptación dentro de unos círculos de amistades en los que no siempre encajan".
Castaños ha realizado estas reflexiones en relación al "uso inadaptativo o inadecuado" de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes y su derivación posterior en "adicción", un aspecto sobre el cual ha creado en Alicante un centro para la prevención y asistencia a los afectados por estos trastornos.
"De casi el 90 por ciento de adolescentes y menores que utiliza" sistemas de entretenimiento virtual, como "Internet, vídeo-juegos o teléfonos móviles", "en torno al diez por ciento realiza un uso indebido que tiene consecuencias problemáticas", ha señalado.
En este sentido, "el perfil de esas personas es el de chicos, de edades comprendidas entre los 13 y 18 años, con problemas en su rendimiento escolar y una fuerte vinculación a los vídeo-juegos".
Entre los síntomas que, según Castaños, denotan un "uso adictivo" de las nuevas tecnologías destacan "fuertes alteraciones en los estados de ánimo, irregularidades en el sueño, agresividad, hostilidad hacia la familia o profusión de mentiras y engaños".
Preguntado sobre qué soporte digital esconde un mayor porcentaje de riesgo, el psicólogo ha puntualizado que "el mayor potencial adictivo está en los juegos de ordenador en red", en concreto en el vídeo-juego 'World of Warcraft', un juego de rol de ordenador en el que los jugadores compiten entre ellos en mundos virtuales.
El origen de estos "hábitos compulsivos radica en el ámbito doméstico", ha expresado, "ya que las nuevas tecnologías resultan muy económicas y accesibles para los jóvenes, ya que son los padres los que corren con todos los gastos".
Por lo que respecta a posibles soluciones a este problema, Castaños ha incidido en "la importancia de establecer una comunicación familiar fluida" para que los progenitores puedan transmitir "la utilidad que las nuevas tecnologías tienen de cara al futuro" de los menores mientras "alertan sobre las consecuencias de un uso indebido".
Además, ha recordado que existen "sistemas de control parental" que "ayudan a evitar el desarrollo de posibles adicciones", como "la clasificación de edades y contenidos de los productos informáticos", "claves de bloqueo para acceder a ciertas páginas de Internet" o técnicas "más cotidianas como colocar el ordenador en un lugar común y visible de la casa".
"Esta adicción tecnológica puede darse a cualquier edad y ser heredada de los años de juventud, llegando a convertirse en una ludopatía", ha alertado, al tiempo que ha denunciado "la provocación constante" que supone "la publicidad de los casinos on-line", así como de "las páginas de poker y de apuestas en Internet, dos sectores en auge".
Desde la asociación Tecnoeduc@, dirigida por Castaños, han creado un servicio de "escuelas presenciales para que padres y madres sepan cómo educar a sus hijos en el buen uso de estos soportes, los cuales no hay que olvidar que son necesarios para su futuro, reduciendo riesgos e incrementado la utilidad".
En el ámbito de la Comunitat Valenciana, esta entidad ofrece un curso on-line "totalmente pionero", de ocho semanas de duración pensado "para padres cuyo horario laboral impide seguir físicamente los seminarios anteriormente citados", ha comunicado Castaños.
En esta iniciativa a través de Internet colaboran la Conselleria de Sanidad y la Fundación para el Estudio y Prevención de las Drogodependencias (FEPAD).
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