Este artículo se publicó hace 15 años.
Rafsanyaní denuncia que no se permita la "crítica constructiva"
El ex presidente iraní ayatolá Ali Akbar Hashemi Rafsanyaní denunció hoy la falta de libertad de opinión en el país e instó al régimen a permitir lo que denominó "críticas constructivas".
Rafsanyaní formuló su denuncia apenas 24 horas antes de que se celebre el "día de los estudiantes", en el que se prevén manifestaciones de la oposición y para el que el Gobierno ha suspendido de forma temporal las acreditaciones a la prensa extranjera.
"Es necesario mantener la unidad del país e impedir el distanciamiento entre el pueblo y el sistema", señaló el todavía influyente clérigo durante un encuentro con universitarios en la ciudad nororiental de Mashad.
"La situación en el país es tal, que ni siquiera la opinión o la crítica constructiva son aceptadas", agregó Rafsanyaní, a quien citó la agencia de noticias laboral Ilna.
En este sentido, el actual presidente de la Asamblea de Expertos, uno de los principales órganos de poder en el país, se mostró preocupado por la seguridad nacional e instó a todas la partes a trabajar de manera unida "dentro del marco de la ley" para crear "un clima de libertad que atraiga a la mayoría de la población y borre la ambigüedad".
"Aquellos que se manifiesten o protesten deben expresar sus opiniones a través de las vías legales. Los líderes deben respetar la ley", destacó Rafsanyaní, que dirigió en gobierno entre 1989 y 1997.
"Siempre ha habido posiciones extremas y acciones excesivas por ambos bandos... pero muchos de los problemas se pueden resolver si optamos por el camino de la moderación", concluyó.
Irán vive la peor crisis política desde que hace treinta años se fundara la República Islámica, fruto de la polémica desatada tras la controvertida reelección en junio del presidente, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición reformista considera fraudulenta.
Nada más conocerse el resultado, cientos de miles de personas se echaron a las calles para protestar.
En la cruenta represión de la manifestaciones perdieron la vida una treintena de personas -según cifras oficiales- y 72 de acuerdo con el cómputo de la oposición.
Además, alrededor de 4.000 fueron detenidas, de las que más de un centenar hacen frente a una serie de juicios por conspiración que la oposición califica de "charada".
Desde entonces, los opositores han aprovechado efemérides como "el día de Jerusalén" o el aniversario del asalto de la embajada de Estados Unidos para retomar sus protestas.
Se prevé que mañana, "día de los estudiantes", se pueden repetir las movilizaciones.
Al igual que hiciera durante las manifestaciones de junio, las autoridades iraníes han advertido a la prensa de que durante la citada jornada quedan suspendidas las acreditaciones para trabajar en la calle.
Asimismo, la Policía ha alertado de que actuará contra aquellos que participen en concentraciones consideradas ilegales. EFE
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