Este artículo se publicó hace 13 años.
Radiación acumulada en planta Japón genera temores sanitarios
Por Tan Ee Lyn
La fuga en la planta nuclear deFukushima afectada por el terremoto y tsunami sucedido en Japónel mes pasado derramó hasta el momento cerca de un décimo de lacantidad de radiación emitida en el desastre de Chernóbil,mostraron datos el martes.
Esto está llevando a algunos expertos a advertir sobreposibles riesgos graves para la salud en el largo plazo.
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón(NISA) y la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón estimaronlos niveles de radiación acumulados en entre 370.000 y 630.000terabecquerelios.
Usando un valor medio de 500.000 terabecquerelios, esoequivaldría a casi el 10 por ciento de la radiación total de5,2 millones de terabecquerelios emitidos en Chernóbil. Laestadística de Chernóbil fue brindada por agencias japonesas.
"Si ésa es la radiación total hasta el momento desde elprimer derrame, la cantidad es muy grave. Es indudablemente muymalo. Eso está cerca de un décimo de la radiación de Chernóbilen un mes", dijo Lam Ching-wan, patólogo químico de laUniversidad de Hong Kong y miembro del Consejo Estadounidensede Toxicología.
"Esto significa que hay daño para el suelo, el ecosistema,el agua, los alimentos y las personas. Las personas recibenesta radiación. No se puede escapar de ella con sólo cerrar laventana", añadió.
Mientras Japón amplía el área de evacuación más allá de los20 kilómetros iniciales de la zona de exclusión e insta a losniños, las mujeres embarazadas y los pacientes hospitalizados amantenerse fuera de las regiones a 20 o 30 kilómetros delcomplejo nuclear, Lam dijo que teme que la filtración deradiación aun esté lejos de ser controlada.
"La amenaza radiactiva está allí y debe haber un control dela radiación a nivel nacional con fines sanitarios (...) debendecidir si tendría que haber controles preventivos regularescontra el cáncer", indicó Lam.
PEDIDOS DE CONTROL MEDICO A LARGO PLAZO
Los expertos están más preocupados por tres sustanciasradiactivas: el iodo-131, el cesio-134 y el cesio-137, lascuales pueden causar varios tipos de cáncer años más adelante.
Según estudios realizados a sobrevivientes de accidentes enplantas nucleares en el pasado, así como también de las bombasatómicas arrojadas en Japón durante la Segunda Guerra Mundial,la relación entre la exposición a iodo radiactivo y el cáncerde tiroides es la más concluyente.
Aunque la radiactividad en el iodo-131 se desintegracompletamente en 80 días, puede hallar camino rápidamente enlas personas a través del aire y de la leche y las verduras,acumulándose velozmente en la glándula tiroides, donde puedeprovocar daño en el ADN y eleva el riesgo de cáncer,particularmente en los niños pequeños.
Los expertos pidieron vigilancia a largo plazo de la saludde los sobrevivientes que habitan cerca de la planta deFukushima, así como de los cientos de trabajadores de lacentral nuclear que están luchando por controlar la situación.
"Se necesitan varios metros de concreto para protegerse dela radiación (...) Ni siquiera los delantales de plomo van aayudar", dijo Stephen Law, jefe de servicio de oncologíaclínica del Hospital Queen Elizabeth en Hong Kong.
El médico señaló que sea cual sea el material protector queusen los trabajadores de la planta nuclear, no los protegerápor completo.
Lam indicó que el control regular del cáncer seríaimportante para las personas que viven cerca de la plantanuclear.
"El cáncer de tiroides es tratable y la detección tempranaaumenta las tasas de curación. Sin monitoreo, uno pierde laventana de oportunidad de oro que brinda el tratamientotemprano", indicó Lam.
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