Este artículo se publicó hace 16 años.
El PSOE presiona a ICV para que Zapatero no comparezca
Los socialistas avisan que las aspiraciones catalanas podrían salir perjudicadas
No nos hagamos daño o todos saldremos perjudicados. Ese fue el mensaje que lanzó este lunes un PSOE decidido a enseñar los dientes con tal de evitar en el Congreso de los Diputados la comparecencia de Zapatero sobre financiación autonómica. Para conseguirlo los socialistas seguían negociando con ICV una salida digna para ambos. La dialéctica tensa no beneficia a nadie", explicó a Público el portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Ramón Jáuregui. El diputado aprovechó para lanzar una advertencia a los grupos catalanes: "si el presidente se ve obligado a ir, puede establecer límites o posiciones que luego no se podrán superar".
El mensaje era claro: No sólo el Gobierno sufrirá las consecuencias de una comparecencia. Las aspiraciones catalanas también pueden salir perjudicadas de este envite. Los socialistas tratan de conseguir que el PSC controle a sus socios en la Generalitat de forma que todos los grupos catalanes presenten una sola postura en materia de financiación. De hecho tanto el PSC como CiU han acusado a ICV de "romper la unidad de acción catalana" con una iniciativa que tachan de "personal".
Posponer la comparecenciaAsí las cosas, y con la petición del PP condenada al fracaso, Moncloa se ha centrado en la iniciativa de ICV. Desde el gabinete del presidente se presionaba ayer a Joan Saura y Joan Herrera para que aceptaran una enmienda transaccional a texto. Aunque sus términos finales no están aún definidos, la propuesta socialista contempla posponer la comparecencia hasta septiembre, después de que Solbes presente el segundo borrador a las comunidades. Entonces, sería el propio presidente el que solicitaría la comparecencia para dar explicaciones.
Aunque reconocían las negociaciones, fuentes de ICV se mostraban ayer "escépticas" respecto al resultado. Según ellas, a última hora de ayer las condiciones de Moncloa seguían sin ser aceptables y el partido mantenía su postura, informa Juanma Romero. Desde el PSOE se destacaba ayer que las negociaciones seguirán hasta la Diputación permanente del miércoles.
Mientras, en el PP seguían discutiendo qué postura tomar respecto a la petición de ICV. Por un lado, al PP le sigue costando apoyar una iniciativa cuya redacción se denuncia el incumplimiento del Estatut. Por otro, en caso de prosperar provocaría un desgaste importante en el Gobierno. Pero también obligaría a Rajoy a reconocer el fracaso del sistema actual.
Una reunión de barones socialistasLa idea lanzada el domingo por el presidente de Castilla la Mancha, José María Barreda, de celebrar una reunión de dirigentes territoriales socialistas a finales de mes o principios de septiembre para hablar de la financiación recibió el apoyo entusiasta de Andalucía, Asturias, Extremadura y Baleares. Por el contrario el PSC, a quien va dirigida básicamente la invitación, guardó silencio.
Barreda es el presidente del Consejo Territorial del PSOE, que se acabará de formar cuando todas las federaciones socialistas celebren sus congresos.
El presidente Zapatero ya reunió a los barones socialistas en la Moncloa el pasado 21 de mayo. La velada transcurrió en un buen ambiente y pareció que las aguas volvían a su cauce, pero cuando Pedro Solbes presentó a mediados de julio una propuesta de financiación "insuficiente" para Montilla, la tensión se volvió a disparar.
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