Este artículo se publicó hace 14 años.
La prohibición del matrimonio gay en California va a juicio
La prohibición de California al matrimonio homosexual fue el lunes a juicio, en un caso federal que los demandantes esperan llegue al Tribunal Supremo estadounidense y revoque las prohibiciones en toda la nación.
La victoria de los grupos de derechos homosexuales en el Tribunal Supremo, que podría decidir no juzgar el caso si se apela hasta esa instancia, convertiría el matrimonio en un derecho constitucional sin excepciones, además de revocar las leyes y enmiendas estatales que lo limitan a un hombre y una mujer en 40 estados.
Una derrota en el máximo tribunal, que está dos rangos por encima del proceso que arranca el lunes, descarrilaría los esfuerzos por ganar en tribunales estatales, y que han sido un símbolo de los movimientos de derechos homosexuales hasta ahora.
El caso comienza en un tribunal de San Francisco presidido por el juez Vaughn Walker, jefe del Tribunal del Distrito, que claramente disfrutó las sesiones preliminares bromeando con los abogados entre ataques de preguntas incisivas.
Estados Unidos está dividido sobre el matrimonio homosexual. Es legal sólo en cinco estados y en Washington DC, y la mayoría de ellos lo aprobaron el año pasado.
La aprobación de la Propuesta 8 de California en noviembre de 2008 fue una dulce victoria para los conservadores sociales en un estado con una reputación liberal, que marca tendencias y mostró el éxito rotundo que tuvieron los conservadores en las urnas sobre el tema.
El Tribunal supremo de California había legalizado el matrimonio homosexual en el verano de 2008, meses antes de la aprobación de la Propuesta 8.
Los abogados de derechos homosexuales en el caso describen su batalla como una continuación de la lucha contra las leyes racistas que impidieron el matrimonio entre negros y blancos.
Ellos afirman que el matrimonio es un derecho constitucional fundamental y, además, gays y lesbianas merecen una protección especial contra la discriminación.
Los abogados que defienden la prohibición dicen que largas tradiciones limitan el matrimonio a parejas heterosexuales y que un estado, sin malicia, puede ser cuidadoso sobre cambiar la institución.
Aunque una batalla hacia el Tribunal Supremo podría llevar años, el juicio que comienza el lunes podría tardar sólo dos semanas.
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