Este artículo se publicó hace 15 años.
Problemas en el paraíso
Ahora mismo hay una treintena de proyectos destinados al 3D. Queda por comprobar qué va a ocurrir con el cine de toda la vida
Que sí, que sí, que esta es la buena. Olvídense de experimentos con gaseosa del tipo Beowulf, Viaje al centro de la Tierra o U2 3D. El próximo 3 de abril tendrá lugar el estreno, no sólo de Monstruos contra alienígenas, sino del 3D a nivel popular y masivo, una tecnología en la que Hollywood tiene puestas todas sus esperanzas para salvar a la industria. La nueva ola 3D (no está de más recordar que ya se utilizaba en los años cincuenta) fue la respuesta que encontraron los grandes popes de la industria, como Steven Spielberg y James Cameron, a la sangría de espectadores en los cines.
Hacerlo espectacular, sólo reproducible en cines e impirateable. No han mentido: es espectacular, aunque se puede reproducir en casa (la empresa RealD ya ha presentado el invento). Y sí, de momento, no se puede piratear.Hollywood ha secundado plenamente esta nueva ola. Se calcula que ahora mismo hay una treintena de proyectos destinados al 3D con Walt Disney financiando más de la mitad (entre ellas Toy Story 3 o Tr2n), y eso a pesar de que una cinta en 3D aumenta 15 millones de dólares el presupuesto. Los estudios, pues, han hecho los deberes. No está claro que los exhibidores les hayan secundado.
El cine en 3D requiere una inversión importante y, cuando se trata de aflojar dinero, nadie quiere ser el protagonista de la película, menos aún en tiempos de crisis. El número de pantallas adaptadas en Estados Unidos está muy por debajo de lo previsto hace un año. Si el formato presenta problemas, qué decir del contenido. Funciona, y se adapta especialmente bien a las películas de animación por ordenador, creadas con imágenes "de síntesis" y que, por tanto, traen el 3D incorporado desde su origen.
Además del público infantil, los grandes beneficiados del 3D van a ser los adolescentes que amen el cine de psychokillers, un público fiel y asiduo a los multicines. La ilusión óptica de ver cómo un cuchillo entra en tu retina es realmente impresionante; lo exiguo de su presupuesto, también, y es de suponer que vista una (con enternecedores títulos como La matanza del día de San Valentín 3D o Destino final 4) vistas todas.
Queda por comprobar qué va a ocurrir con el cine de carne y hueso de toda la vida. De momento, y para que se hagan una idea de lo mucho que han pensado en Hollywood en el cine como arte, parece ser que a nadie se le ocurrió en la posibilidad de que haya alguien en el mundo que no sepa inglés y que no le apetezca ver la película doblada. Curioso, teniendo en cuenta que en EEUU el cine doblado tiene menos cuota de mercado que el porno.
Si se subtitula en 3D, ¿dónde se ponen los subtítulos para que el espectador no acabe con la cabeza como el bombo de Manolo?Pero, con toda seguridad, el mayor problema será de higiene, por mucho que las salas anden instalando lavajillas industriales a todo trapo. Ponerse unas gafas que ha utilizado otra persona, en especial si se trata de un niño aficionado a las chuches, puede dejar tu tabique nasal tan pegajoso como el Superglue 3, amén de no ver ni torta al haber dejado el angelito sus huellas dactilares por triplicado en las lentes. ¿Autolimpieza a cargo del espectador? Desde luego eso sí que sería una experiencia única.
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