Este artículo se publicó hace 16 años.
Piscinas al aire libre aumentan riesgo de asma infantil: estudio
Por Michael Kahn
Nadar en piscinas con cloro al airelibre parece aumentar las posibilidades de que un niñodesarrolle asma, informaron el jueves investigadores belgas.
Otros estudios relacionaron el cloro y el asma, pero losresultados de la nueva investigación, publicada en EuropeanRespiratory Journal, ponen en duda la idea de que las piscinasal aire libre son más seguras que aquellas bajo techo, dondelos vapores permanecen atrapados en un ambiente cerrado.
"Cuanto más se nada, mayor es el riesgo", dijo AlfredBernard, toxicólogo de la Universidad Católica de Lovaina, enBruselas, quien dirigió el estudio. "Lo que es nuevo en esteestudio es que observamos por primera vez las piscinas al airelibre", agregó el autor.
El asma, que afecta a más de 300 millones de personas entodo el mundo, es la causa más común de enfermedad infantilcrónica. Los síntomas incluyen sibilancias, falta de aire, tosy opresión en el pecho.
Bernard y sus colegas demostraron que las piscinas al airelibre son igual o más riesgosas que aquellas techadas, dado quelos vapores perjudiciales se mantienen a nivel del agua.
Y debido a que los niños suelen pasar más tiempo en laspiscinas, son más propensos a tragar el agua con cloro oingerir los químicos que contienen los vapores y que puedenatacar las defensas celulares que protegen a los pulmones delos alergenos, dijo Bernard.
"Observamos que el riesgo de las piscinas al aire libre esigual o mayor que el de las piscinas internas, porque los niñossuelen pasar más tiempo en ellas y tienen más cloro", añadió elexperto.
El equipo belga evaluó a 847 estudiantes de alrededor de 15años por asma y alergias y le consultó a sus padres sobre laexposición a factores de riesgo, como el humo de tabaco, lasmascotas y la contaminación. También consultaron cuánto tiempopasaban los niños en piscinas al aire libre.
Los investigadores determinaron que el riesgo para el 50por ciento de los chicos predispuestos a alergias y asma estabadirectamente relacionado con la cantidad de tiempo que pasabanen el agua.
Los niños con la mayor asistencia a piscinas -una hora porsemana durante 10 años- eran cinco veces más propensos a serasmáticos que los jóvenes que nunca habían nadado en unapiscina, reveló el estudio.
"Los niños pequeños están más expuestos, porque ingresa másagua en sus vías aéreas y sus pulmones aún está en desarrollo",señaló Bernard en una entrevista telefónica.
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