Este artículo se publicó hace 12 años.
Las pesetas dejarán de cambiarse a euros el 31 de diciembre de 2020
Aún hay algo más de ocho años para retornar los 282.523 millones de la antigua moneda nacional y conseguir los 1.698 millones de euros que valen hoy en día
El Banco de España dejará de cambiar pesetas a euros de forma definitiva el día 31 de diciembre de 2020, por lo que los españoles aún tienen algo más de ocho años para retornar los 282.523 millones de la antigua moneda nacional y conseguir los 1.698 millones de euros que valen hoy en día.
La fecha de validez final de las pesetas ha sido incluida en una enmienda presentada por el PP al proyecto de ley de Saneamiento y Venta de los Activos Inmobiliarios del Sector Financiero con el argumento de que, "habida cuenta del tiempo transcurrido ya desde la introducción del euro" es conveniente establecer un límite al canje.
Así, la Ley de Introducción del Euro será modificada una vez se incorpore esta enmienda al proyecto normativo para determinar que "el periodo de cambio de billetes y monedas de pesetas a euros en el Banco de España finalizará el 31 de diciembre de 2020. Después de esta fecha no será posible realizar el canje de billetes y monedas de pesetas a euros".
Y es que, según datos del Banco de España, los españoles aún conservan en su poder un total de 1.698 millones de euros en pesetas sin canjear, el equivalente a 282.523 millones de pesetas, de los que 888 millones de euros (147.751 millones de pesetas) se guardan en billetes, y 810 millones (134.722 millones de pesetas) en monedas.
De hecho, en el mes de julio se canjeó un millón de euros en billetes (166 millones de pesetas), en línea con lo que viene ocurriendo en los últimos meses, donde el cambio a pesetas se está produciendo a razón de un millón de euros por mes. En el caso de las monedas, en julio no se registraron movimientos de canje.
En 2011, la conversión se realizó principalmente a través de billetes, que pasaron de los 909 millones de euros en diciembre de 2010 (151.245 millones de pesetas) a 895 millones de euros (148.915 millones de pesetas) un año después. Por su parte, el montante en monedas pasó de los 813 millones de euros (135.272 millones de pesetas) a los 811 millones de euros (134.939 millones de pesetas).
El Gobierno español fijó en tres meses el periodo de convivencia para ambas monedas: desde el 1 de enero de 2002, cuando el euro llegó al bolsillo de los españoles, y hasta el 31 de marzo del mismo año. Desde entonces y hasta el siguiente 30 de junio, se estableció un periodo de canje de las monedas y de los billetes en pesetas en las oficinas bancarias. A partir del 1 de julio de ese año, los españoles tienen que acudir al Banco de España si aún conservan la antigua divisa nacional.
El banco emisor estima que el 45% de las monedas en pesetas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca serán estregadas al Banco de España para su canje porque permanecerán en manos de los españoles como pieza de coleccionismo, o bien por deterioro, pérdida o salida del país en los bolsillos de los turistas.
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