Este artículo se publicó hace 15 años.
Peluquera y estilista sí, directora o guionista no
Las mujeres quedan excluidas de la cúpula del cine
Un abismo separa a los hombres de las mujeres en los puestos de decisión de las producciones cinematográficas. Sólo un 7,3% de las películas rodadas en España entre 2000 y 2006 fueron dirigidas por mujeres frente al aplastante 92,7% de filmes masculinos, y el dato no está remontando en los últimos años, sino que va a peor.
La cosa mejora un poco cuando se analiza el número de guionistas y productoras. Según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid, los libretos escritos por mujeres no pasan del 15% del total de los largomentrajes mientras que la producción femenina no supera el 17% en el cine español.
"En un sector con una discriminación tan escandalosa hay que aplicar la Ley de Igualdad para corregir estas diferencias". Inés París, directora de la Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales (CIMA), defendió ayer la oportunidad de las medidas de discriminación positiva anunciadas el pasado lunes por el Gobierno.
Criterios objetivos
El CIMA ha pedido una reunión con el director general del Instituto de Ciencias y Artes Audiovisuales (ICAA) para aclarar de qué forma va a ayudar el Ministerio de Cultura a las películas realizadas por mujeres. La asociación de cineastas quiere que los criterios sean "objetivos", y pide que se establezca un sistema de puntuación como el que se aplica a los filmes de las islas Canarias (por su situación ultraperiférica), a la diversidad lingüística, o al cine en 3D. Así, argumentan, las ayudas no dependerían de decisiones subjetivas, sino que el realizado por mujeres también tendría puntos extra en las califica ciones.
"Queremos entrar a hacer el cine que queramos, poder contar nuestro mundo", explica Inés París, convencida de que con las medidas de acción positiva no se va a discriminar a ningún hombre, sino que se va a corregir la inexplicable distancia que aún les separa de ellos.
Para las cineastas, no sólo es importante que el Gobierno ayude a directoras y guionistas: piden que las películas producidas por mujeres también accedan con mayor facilidad al dinero público. Además de demostrar su creatividad, quieren dejar claro que pueden crear industria en un mundo, por ahora, masculino.
Las consecuencias que tiene esta ausencia de mujeres en la cúpula del cine son llamativas: ellos son los protagonistas de la mayoría de las películas (un 61,4% frente al 35,7% de mujeres).
Además, los puntos de vista entre ellos y ellas al narrar una historia son bien distintos. Mientras que en un 37,9% de los largometrajes dirigidos por hombres la violencia ejercida contra las mujeres se contempla con una cierta complacencia (según el mismo estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid), las directoras que adoptan esta actitud quedan reducidas a un 7,7% de los casos.
Ellas ven a sus protagonistas como mujeres con iniciativa, que toman decisiones más allá del terreno amoroso y capaces de resolver conflictos. Ellos, no tanto.
Hasta que las medidas para fomentar la igualdad empiecen a surtir efecto, a ellas les seguirá resultando más fácil acceder a un rodaje a través de los puestos de peluquería, maquillaje y vestuario (75,5%) que sentarse en el sillón del director. De momento, ellos disfrutan de ese privilegio en el 92,3% de los casos.
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