Este artículo se publicó hace 14 años.
Países europeos ponen cerco al secreto bancario suizo
Algunos países europeos se han alineado junto a la canciller de Alemania, Angela Merkel, para sacar a la luz el fraude fiscal en un asalto combinado contra las leyes suizas sobre el secreto bancario que ayudan a protegerlo.
El ministro de Economía alemán, Wolfgang Schaeuble, hizo temblar esta semana al gran sector suizo de banca privada cuando dijo que Berlín estaba dispuesto a pagar por los datos robados que pertenecen a potenciales evasores de impuestos en un banco suizo, elevando el listón en la lucha contra el fraude fiscal.
Ahora, los gobiernos de Países Bajos, Bélgica y Austria también han mostrado su interés en obtener una copia de un CD con datos fiscalmente sensibles que Berlín puede adquirir pronto de un informante.
El ministro suizo de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, dijo el miércoles que Suiza no ayudará a Alemania o a otros cazadores de evasores de impuestos sobre la base de unos datos robados a un banco suizo, pero trató de apaciguar la creciente disputa diciendo que Berna no tomará represalias.
"Es obvio que este robo es un acto criminal", dijo Merz. "Suiza no debe, por tanto, ofrecer ayuda administrativa (fiscal) en estos casos ni ahora ni en el futuro".
No obstante, añadió que Suiza seguiría participando en las negociaciones encaminadas a firmar un nuevo tratado con Alemania.
La acción coordinada de los gobiernos europeos supone un serio dolor de cabeza para Merz en un momento en el que Berna está luchando por cumplir un acuerdo con Washington para poner fin a una disputa por impuestos contra UBS. Merz fue objeto de peticiones de dimisión el año pasado por su gestión del caso UBS.
Suiza, que sigue siendo considerada como el mayor paraíso fiscal del mundo a pesar de haber prometido relajar su normativa sobre el secreto bancario, ha nombrado al veterano diplomático y negociador de UBS Michael Ambuehl en un nuevo puesto fiscal para ayudarle con las muchas disputas sobre impuestos a las que se enfrenta.
PRESIÓN POR TODOS LADOS
Muchos gobiernos europeos están bajo presión para que aumenten los ingresos fiscales tras la inyección de miles de millones de euros a varios grandes bancos para luchar contra la crisis financiera.
Un portavoz del ministro holandés de Finanzas dijo que los Países Bajos, donde el viceministro económico Jan Kees de Jager está llevando a cabo una ofensiva contra los evasores de impuestos, dijo a Berlín que estarían interesados en tener todos los datos sobre los contribuyentes holandeses.
Austria, que protege a sus propios clientes de bancos con normas sobre confidencialidad, también mostró su interés.
"Si hay pruebas de que el CD (con los datos bancarios robados) contiene información sobre contribuyentes austriacos, nosotros naturalmente tenemos gran interés en analizarlos", dijo un portavoz del ministro de Finanzas austriaco, Josef Proell, citado por el diario Der Standard.
El diario belga De Standaard dijo que Bélgica, que está renunciando al secreto bancario, también quiere copias de los datos suizos si Alemania los consigue. El Ministerio de Economía se negó a hacer comentarios.
Suiza prometió en marzo firmar una serie de tratados de nuevos impuestos para evitar terminar en una lista negra mundial. Pero aún es necesario sellar acuerdos fiscales con sus grandes vecinos Italia y Alemania.
El país transalpino administra casi 6 billones de dólares en riqueza y, según analistas, posiblemente una tercera parte de ella no estaría declarada. Los banqueros temen que la última serie de ataques podría socavar todo el modelo de banca privada del país.
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