Este artículo se publicó hace 12 años.
La organización HRW denuncia 95 crímenes de guerra cuando se negociaba alto el fuego en Siria
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la muerte de 95 civiles en crímenes de guerra cometidos por las fuerzas del Gobierno sirio mientras negociaba un alto el fuego, que entró en vigor el pasado 12 de abril, con el enviado internacional Kofi Annan.
HRW señala en un informe que las fuerzas gubernamentales sirias incendiaron o destruyeron viviendas durante la ofensiva lanzada en la provincia septentrional de Idleb, fronteriza con Turquía, entre el 22 de marzo y el 6 de abril.
El documento habla de decenas de ejecuciones extrajudiciales, asesinatos de civiles y destrucción de propiedades de ciudadanos, así como detenciones arbitrarias y torturas.
La subdirectora de programas y emergencias de HRW, Anna Neistat, aseguró que "mientras los diplomáticos discutían los detalles del plan de paz de Annan, los tanques y helicópteros sirios atacaban un municipio tras otro en Idleb".
"En todos los lugares que visitamos, vimos casas, comercios y automóviles calcinados y destruidos, y escuchamos relatos de personas cuyos familiares fueron asesinados. Parecía que las fuerzas del Gobierno sirio habían aprovechado hasta el último minuto antes del alto el fuego para causar daños", agregó.
La organización afirma haber documentado operaciones militares a gran escala contra bastiones de la oposición en la provincia de Idleb.
Además, ha registrado nueve incidentes en los que los efectivos del régimen ejecutaron a 35 civiles bajo su custodia y la detención de decenas de personas sin cargos, de las que dos tercios continúan recluidas.
HRW, que cita a testigos, indica que hubo combatientes de la oposición presentes en localidades de Idleb antes de los ataques y que algunas veces intentaron impedir la entrada del ejército.
En la mayoría de los casos, el grupo subraya que los combatientes opositores se retiraron rápidamente cuando se dieron cuenta de que el ejército los superaba en número y medios.
La nota destaca que "los choques en Idleb alcanzaron aparentemente el nivel de conflicto armado de acuerdo con el derecho internacional".
"Las Naciones Unidas -a través de la Comisión de Investigación y el Consejo de Seguridad- debe asegurarse de que los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad sirias no queden sin castigo", dijo Neistat.
"Los esfuerzos puestos en el plan de paz se verían gravemente socavados si se siguen produciendo abusos a espaldas de los observadores", advirtió la responsable de HRW.
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