Este artículo se publicó hace 13 años.
La oposición lusa rechaza unánime el nuevo ajuste del Gobierno socialista
La oposición de Portugal, desde la izquierda marxista hasta los conservadores, ha coincido en rechazar los nuevos recortes presentados por el Ejecutivo minoritario socialista, que necesitará negociar para aprobar su iniciativa.
El Gobierno luso presentó un plan adicional de austeridad el pasado viernes, el cuarto en el último año, con el fin de rebajar el déficit público del 7,3 % de 2010 hasta el 2 % en 2013 y recuperar la confianza de los mercados, que castigan con altos intereses la deuda pública lusa.
El principal partido opositor y socio natural del Ejecutivo, el centro derechista Social Demócrata (PSD), anunció esta madrugada su reprobación al plan al considerar que fue tratado como "un hecho consumado" pactado con las instituciones europeas y al margen del resto de partidos y agentes sociales portugueses.
Sin embargo, la batería de medidas fue saludada por la Unión Europea (UE) -la tildó de ambiciosa y suficiente para que Portugal cumpla sus compromisos presupuestarios-, aunque sugirió "mayores medidas" en el mercado laboral para incrementar el potencial de crecimiento luso.
"El Gobierno tiene opciones. Ya optó por una, que fue la de presentar estas medidas sin buscar apoyo (...) Cabe ahora al Gobierno saber si quiere proseguir esa política o alterarla", desafió el líder del PSD, Pedro Passos Coelho, cuyo partido posibilitó el pasado octubre la aprobación de los Presupuestos de 2011.
El voto o la abstención de los conservadores es fundamental para que el Ejecutivo de José Sócrates apruebe las nuevas medidas económicas, que ya tienen la oposición de los democristianos y de las pequeñas fuerzas más a la izquierda en la Asamblea: los marxistas del Bloque de Izquierda (BI) y los Comunistas y Verdes lusos.
Después de participar en Bruselas en la Cumbre de la UE, Sócrates lamentó esta madrugada la falta de respaldo del resto de fuerzas políticas a los nuevos recortes:"Adoptamos estas medidas (...) para que nuestro país no necesite de ayuda externa", afirmó.
No obstante, el primer ministro dejó una puerta abierta a la negociación al afirmar que está disponible para discutir propuestas alternativas a las suyas siempre que tengan el mismo impacto financiero.
Los rumores que apuntan a que el país acabará por recurrir a la ayuda externa, como Grecia e Irlanda, se han intensificado en las últimas semanas después de que los títulos lusos a cinco años cotizasen este viernes a un interés del 7,83 %, casi cuatro décimas por encima de su deuda a diez años.
Para atajar la escalada de intereses, la actualización del Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC) propone un gravamen especial a las pensiones de más de 1.500 euros, la reducción de costes en el sistema de salud y los recortes en beneficios sociales no contributivos, entre otras medidas.
De esta manera, Portugal pretende garantizar sus metas de reducción del déficit, que espera dejar en un 4,6 % del PIB en 2011, un 3 % en 2012 y un 2 % en 2013.
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