Este artículo se publicó hace 16 años.
La oposición keniana cancela sus manifestaciones tras la petición de Kofi Annan
La oposición de Kenia desconvocó hoy las manifestaciones pacíficas previstas para mañana, jueves, tras una petición expresa del ex secretario general de Naciones Unidas y mediador de las negociaciones para sacar al país de la crisis política, Kofi Annan.
El líder del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM, siglas en inglés), Raila Odinga, anunció en conferencia de prensa en la sede de la formación y en presencia del propio Annan, "la anulación de las manifestaciones para no entorpecer el proceso de negociación con el Gobierno".
El ODM había amenazado la semana pasada con convocar manifestaciones masivas en las principales ciudades kenianas, si el Parlamento no se reunía para ratificar una reforma constitucional acordada entre la oposición y las autoridades de Nairobi.
La reunión parlamentaria no ha tenido lugar ya que la Cámara permanece en receso hasta marzo y el presidente keniano, Mwai Kibaki, no ha convocado una sesión extraordinaria.
Annan consiguió que la oposición anulara sus manifestaciones tras suspender ayer, martes, las negociaciones entre el ejecutivo y el ODM y denunciar lo que tildó de "una falta de compromiso de ambas partes a la hora de resolver una crisis que debería haber sido superada hace dos semanas".
El antiguo jefe de la diplomacia internacional se reunió esta mañana con Kibaki y calificó la entrevista de "constructiva".
Annan agregó que espera que las negociaciones se aceleren a partir de esa cita y la que mantuvo después con Odinga.
Las reuniones de Annan con los líderes de las facciones kenianas en pugna suponen, en principio, el regreso a la mesa de negociaciones para sellar un acuerdo sobre el punto tres de la hoja de ruta, elaborada por él y que se refiere a la resolución de la crisis mediante un reparto de poderes.
El mediador del conflicto político en Kenia ha recibido el apoyo del presidente tanzano y titular de turno de la Unión Africana (UA), Jakaya Kikwete, que aterrizó ayer en Nairobi para reunirse con Annan y ofrecerle la "ayuda necesaria, así como dar un toque de atención a la clase política (keniana) en nombre de la UA".
Uno de los portavoces del Movimiento Naranja, Tony Gachoka, aseguró a EFE que Annan pretende reunirse conjuntamente con Kibaki, Odinga y Kikwete para dar un "impulso definitivo" a las negociaciones.
Ayer, el mediador expresó su descontento con el desarrollo de las negociaciones y culpó a los máximos líderes de la lentitud de las mismas. Según Annan, tanto Kibaki como Odinga tienen "la obligación y la responsabilidad de alcanzar un consenso por el bien del país y de la región".
El gobierno y el ODM no acaban de ponerse de acuerdo sobre como efectuar el reparto de poderes y las reformas pendientes, especialmente la relativa a la Constitución.
Después de que Annan cancelara la sesión negociadora de ayer, tanto el ejecutivo como la oposición se acusaron mutuamente de torpedear el proceso por "ambiciones de poder".
La clase política keniana fue criticada también por la Secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que emitió un comunicado amenazando con "intervenir y perseguir a aquellos que bloqueen el desenlace de unas negociaciones vitales para el futuro de Kenia".
La Unión Europea (UE) reaccionó asimismo a través de su comisario para el Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, que afirmó estar dispuesto a "colaborar en la medida de lo posible" aunque advirtió también que actuará contra "los responsables de cualquier forma de violencia y los políticos opuestos a un acuerdo".
La crisis estalló como consecuencia del anuncio de los resultados de las elecciones generales del pasado 27 de diciembre. Kibaki fue declarado vencedor pero la oposición denunció los resultados como fraudulentos y se negó a reconocer el nuevo gobierno formado por el jefe de Estado.
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