Este artículo se publicó hace 7 años.
La oposición baraja el adelanto electoral en Andalucía si Susana Díaz salta a Ferraz
PP, Podemos, Ciudadanos e IU temen que la presidenta andaluza volverá a precipitar el fin de la legislatura si lo necesita para acompasar el relevo con sus aspiraciones para liderar el PSOE
Daniel Cela
Sevilla-
El 23 de diciembre de 2014, la presidenta andaluza Susana Díaz negó tajantemente que estuviera contemplando un adelanto electoral. Al contrario, dijo.
Ese mismo día acababa de aprobar los Presupuestos Autonómicos de 2015 junto a su socio de Gobierno, IU, lo cual le garantizaba estabilidad política para todo el año siguiente. Justo un mes después, disolvió el Parlamento y convocó elecciones un año antes de lo previsto.
A punto de cumplirse dos años de mandato, las maniobras de Díaz para hacerse con las riendas del PSOE federal han puesto nervioso a su nuevo socio, Ciudadanos, que esta semana ha pedido a la presidenta agilizar algunos puntos del acuerdo de legislatura por temor a un nuevo adelanto electoral.
“Usted tiene aspiraciones legítimas en la política nacional que pueden provocar un adelanto electoral”, le espetó el portavoz del partido naranja, Juan Marín, el jueves durante la sesión control. Díaz intentó tranquilizarlo con el mismo argumento que en 2014: “No hay riesgo de adelanto electoral, porque hay estabilidad política y presupuestos”, dijo. Y acto seguido, la formación naranja empezó la cuenta atrás para los comicios.
Ciudadanos no es el único que maneja este escenario. Todos los partidos de la oposición en el Parlamento andaluz han empezado a introducir en sus cálculos políticos la opción “cada vez más real” de un adelanto electoral para 2018, una vez que Susana Díaz confirme su salto a Madrid.
Dirigentes consultados de PP, Podemos, Ciudadanos e IU barajan que las autonómicas sean antes de lo que corresponde [marzo de 2019], y entre los posibles factores apuntan al relevo en la presidencia de la Junta, si Díaz gana las primarias socialistas, pero también la opción de que Mariano Rajoy convoque elecciones si en mayo no ha logrado aprobar los Presupuestos Generales de este año, o que la Generalitat fije las catalanas en otoño para plantear un plebiscito en las urnas sobre la autodeterminación.
El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, es el más reticente a este escenario. Aunque Susana Díaz empiece a compatibilizar la presidencia de la Junta con la secretaría general del PSOE, Moreno no le exigirá un adelanto electoral porque, dice, “generaría inestabilidad política y económica, que es lo que menos falta hace ahora”.
Las encuestas sitúan al PP andaluz aún muy distanciado del PSOE (le separan 14 diputados). Además Moreno, que está a punto de renovar como presidente en el congreso regional de la semana que viene, arrastra un bajísimo índice de popularidad y necesita tiempo y recursos para visibilizar su liderazgo.
Después de cuatro años como líder de la oposición, sólo lo conoce el 56% de los andaluces, menos que a Teresa Rodríguez, según la encuesta de más proyección en Andalucía. “Si Díaz abandona Andalucía, en una clara traición a sus electores y a su pueblo, el PP estará ahí para garantizar la estabilidad institucional”, explica el presidente popular.
En las filas de Podemos e IU también existe el runrún de que la duración de la legislatura dependerá de “lo que necesiten las aspiraciones de Susana Díaz”. La formación morada detecta claros indicios de que a la presidenta le han entrado las prisas. “Este Gobierno ha presentado siete proyectos de ley en los primeros dos años de legislatura y ahora, de repente, presentan 30 para que se aprueben todos en este año [17 se están ya tramitando] ¿Por qué tanta prisa?”, se pregunta la diputada del partido morado, Esperanza Gómez.
La dirección de Podemos Andalucía aún no ha abordado cómo actuará cuando Díaz anuncie su candidatura a liderar el PSOE, aunque varios dirigentes consultados coinciden en que deben exigir el adelanto electoral “en cuanto se evidencie que ella estará más preocupada y ocupada por el PSOE que por Andalucía”.
“No necesitamos una presidenta interina ni otro presidente que no haya sido votado por los andaluces, como lo fue Griñán y la propia Díaz”, dice un miembro de la ejecutiva morada. La coalición de izquierdas, quizá por su experiencia de gobierno junto al PSOE, es la más preparada para que Susana Díaz cambie el guión y dé carpetazo a la legislatura “si es lo que más le conviene a ella y a su partido”.
El líder de IU, Antonio Maíllo, califica a la sevillana de “presidenta demediada”. “Usted está partida en dos, no sabemos si está en Madrid o en Sevilla, pero sólo cumple con la mitad”, le ha reprochado esta semana en la Cámara.
Díaz no tardó en devolverle el dardo: “Es usted quien no sabe si está en IU o en Podemos”. Un adelanto electoral también obligaría a Maíllo a acelerar su propio calendario interno: la asamblea regional de IU, que debe renovar su dirección, será en junio, y el coordinador regional quiere amarrar cuanto antes la coalición electoral con Podemos de cara a las próximas elecciones andaluzas.
De todos ellos, el que finalmente ha verbalizado sus temores en sesión parlamentaria ha sido Ciudadanos, socio de facto del Gobierno andaluz, que percibe “claros indicios” de que la legislatura “no durará cuatro años”. Por eso la formación naranja ha pisado el acelerador y presiona al PSOE para adelantar algunos compromisos del acuerdo de legislatura que firmaron hace dos años.
“Las aspiraciones de Díaz en la política nacional generan incertidumbre y que pueden afectar al futuro Gobierno de Andalucía”, dice Marín. La formación de Albert Rivera ha pedido a Díaz “poner fechas concretas” al cumplimiento de algunos puntos del acuerdo de legislatura, empezando por una nueva rebaja del IRPF.
En el ejercicio anterior ya se bajó dos puntos este impuesto, y el compromiso es recortar hasta un 3,5 a lo largo del mandato que, dado el “calendario interno del PSOE”, “mejor amarrarlo en el segundo semestre de este año”, dicen fuentes de Ciudadanos.
Marín tiene línea directa y mucha afinidad con el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, en quien podría recaer la presidencia interina en caso de que Susana Díaz abandone el cargo antes de que expire el mandato. Sería un relevo natural, pero también un salto atrás en el relevo generacional que se produjo cuando José Antonio Griñán le cedió el testigo a ella (Jiménez Barrios tiene 59 años).
Ciudadanos habla a las claras en términos sucesorios, defiende que Díaz puede compatibilizar perfectamente la presidencia con la secretaría general del PSOE, pero avisa de que si se marcha a Madrid, los términos del acuerdo de gobierno serán distintos con su sustituto. “Empezaremos de cero”, avisa.
Las encuestas ahora no vaticinan un resultado muy distinto al que ya existe, de ahí que los socialistas andaluces se afanen en cultivar una buena relación con Ciudadanos, que ya se han mostrado dispuestos a entrar en el Gobierno andaluz en la próxima legislatura.
Fin del relevo generacional
La convocatoria de elecciones es una potestad exclusiva de la presidenta del Gobierno autonómico, y los adversarios de Susana Díaz no dudan de que llegado el momento la utilizará “para acompasar sus aspiraciones personales con el necesario relevo dentro del Ejecutivo”, dice un dirigente de IU, que ya vivió un escenario “calcado” con el adelanto electoral de 2015.
“Primero disuelve las Cortes y convoca elecciones y luego ya vendrá el relato de cómo nos lo vende”, advierte. Desde el Gobierno andaluz y desde el PSOE-A desmienten esta hipótesis y avisan de que la Administración trabaja para agotar los cuatro años de legislatura. Eso sí, no aclaran si el mandato terminará con el mismo jefe del Ejecutivo.
La presidenta de la Junta ha dado muestras inequívocas de querer aspirar a la secretaría del PSOE y, más importante aún, de poder compatibilizar su puesto en Ferraz con el sillón de San Telmo, sede del Gobierno autonómico.
Una vez haya anunciado su candidatura -previsiblemente en la primera semana de abril- Susana Díaz verá cómo se agudizan las críticas externas e internas, tanto dentro de su partido como fuera: los grupos de la oposición en el Parlamento andaluz le saltarán al cuello para demostrarle que ese doble rol no es posible ni deseable, que una comunidad autónoma con 8,4 millones de personas y alrededor de 900.000 parados precisa “dedicación exclusiva”. Y sus adversarios en las primarias -ya lo está haciendo Patxi López- también exigirán “dedicación a tiempo completo” para recomponer a un PSOE en horas bajas, con divisiones internas, crisis de identidad desde la irrupción de Podemos en la izquierda, y pobres resultados electorales.
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