Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama anunciará el despliegue rápido de más de 30.000 soldados adicionales
La objetivo, según la Casa Blanca, es adiestrar a las fuerzas afganas para que puedan hacerse cargo de la seguridad de su país
En Afganistán se vive una guerra abierta de futuro incierto y Barack Obama lo sabe. El presidente de EEUU anunciará esta noche el envío de más de 30.000 soldados adicionales a la zona, que quedarán desplegados a lo largo de seis meses, un plazo sorprendentemente rápido.
Obama tiene previsto explicar hoy su esperada nueva estrategia para la guerra en la República islámica en un discurso en la prestigiosa academia militar de West Point a partir de las 20.00 horas locales (01.00 GMT del miércoles).
En declaraciones a varias cadenas de televisión, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que Obama anunciará un "envío acelerado" de refuerzos, que irá "mucho más rápido que lo previsto en el plan original".
"Nuestro compromiso no es de duración indefinida"La meta, indicó Gibbs, es adiestrar a las fuerzas afganas lo más rápidamente posible para que puedan hacerse cargo de la seguridad de su país, de modo que las tropas estadounidenses puedan ir saliendo gradualmente. "Nuestro compromiso no es de duración indefinida", explicó.
Según declararon altos funcionarios estadounidenses, en su discurso Obama tiene previsto exponer un calendario a grandes trazos para la salida de las tropas estadounidenses.
Los soldados adicionales comenzarán a desplegarse en el sur y el este de Afganistán, donde la insurgencia talibán se ha mostrado más activa hasta el momento.
La idea es minar la capacidad militar de los talibán de modo que las fuerzas afganas puedan hacerles frente por sí solas, explicaron las fuentes.
Los 30.000 soldados se sumarán a los 68.000 militares estadounidenses que ya se encuentran en Afganistán. En total, la fuerza internacional allí desplegada cuenta con cerca de 100.000 efectivos.
Cuando Obama llegó a la Casa Blanca el pasado enero, el contingente estadounidense estaba compuesto por cerca de 35.000 soldados.
Despliegue velozEl nuevo contingente se desplegará en un plazo sorprendentemente rápido, apenas seis meses, en una operación que se completará para el próximo verano.
Hasta ahora, los analistas calculaban que para un refuerzo de esa magnitud sería necesario cerca de un año, debido a la dureza del clima afgano y a la necesidad de esperar al regreso de las tropas ahora mismo destacadas en Irak.
Obama dio órdenes a los mandos militares para que aceleren el despliegue de los refuerzos, de modo que esté completado para el verano, indicaron los altos funcionarios, que no explicaron cómo se logrará.
Además de sus propios refuerzos, el Gobierno estadounidense espera que los aliados internacionales aporten cerca de 5.000 soldados más para llegar a la cifra deseada por el comandante de la Fuerza Internacional en Afganistán, el general Stanley McChrytal, quien había pedido en torno a los 40.000 militares más.
La guerra en Afganistán es cada vez más impopular entre la población estadounidenseObama conversó entre el lunes y hoy con diversos líderes interncionales para explicarles las líneas maestras de su estrategia.
Entre ellos, figuró el presidente afgano, Hamid Karzai, con quien Obama abordó por espacio de cerca de una hora las implicaciones de la nueva estrategia.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, uno de los mandatarios con los que conversó el presidente el lunes, anunció el envío de 500 soldados más a Afganistán, lo que elevará el contingente de su país a cerca de 10.000 militares.
El presidente estadounidense se reunirá hoy, antes de partir hacia West Point, con un grupo de destacados congresistas, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, a los que informará en detalle de su nueva estrategia.
El anuncio del presidente llega en momentos en los que la guerra en Afganistán es cada vez más impopular entre la población estadounidense y el propio Congreso, debido a su fuerte coste económico y en vidas humanas.
Tras el anuncio del presidente está previsto que tanto McChrystal como el embajador de EEUU en Kabul, Karl Eikenberry, comparezcan en audiencias sobre la situación en Afganistán ante el Congreso.
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