Este artículo se publicó hace 17 años.
Nick Broomfield "humaniza" el conflicto iraquí en "La batalla de Hadiza"
Con el reconocimiento de la Concha de Plata conseguida en el pasado Festival de San Sebastián, el director británico Nick Broomfield ha presentado en Madrid "La batalla de Hadiza" donde, más allá de las cifras, ahonda en la parte más humana del conflicto de Irak para mostrar la visión de todos los bandos.
Hadiza está a 200 kilómetros al norte de Bagdad. Cuatro años después del inicio de la guerra, continúan los enfrentamientos entre la insurgencia iraquí y los soldados estadounidenses. En esta ocasión los marines han matado a 24 civiles, entre ellos mujeres y niños, como represalia a una bomba que ha acabado con uno de sus hombres.
Las noticias de todo el mundo recogieron el pasado año este incidente que inspiró a Broomfield la historia de "La batalla de Hadiza", "un reportaje de guerra en el que no hay buenos ni malos, y por el que puedes llegar a entender a cada uno de los implicados en esta guerra", aseguraba hoy el cineasta durante la presentación de la cinta que llegará a las pantallas españolas el próximo día 14.
Un planteamiento que "por primera vez habla sobre quienes son los insurgentes, cómo sufren los iraquíes", dice el realizador, pero también recoge de las inseguridades de los marines, sus angustias y rutinas.
Para ello, Broomfield recurrió a auténticos ex-marines para actuar como actores, ya que "sólo ellos pueden mostrar la profundidad de algunos personajes" e inspiraron, "a través de sus propias experiencias", algunas escenas incluidas, como el momento en que el cabo Ramírez se derrumba, "improvisado desde la experiencia del propio Elliot Ruiz -el ex marine que le da vida- en Irak".
El británico, que en su anterior trabajo, "Ghosts", también recurrió a la temática social denunciando la inmigración ilegal, confesaba que el rodaje "fue difícil, porque al principio había mucha hostilidad entre los ex-marines y los iraquíes, ya que muchos tenían familiares muertos" a manos de las tropas estadounidenses.
El estreno de "La batalla de Hadiza" coincide en el tiempo con otras películas que abordan el conflicto de Irak, como es el caso de "Redacted", de Brian de Palma; "El valle de Elah", de Paul Haggis; o "Stop Loss", con Ryan Phillippe y aún pendiente de estrenar.
Ante este abanico de títulos bélicos, Broomfield se limitó a explicar que, lejos de plantear un trabajo panfletario, su intención era "hacer una película desde todos los puntos de vista" y destilar que "los verdaderos responsables son Bush y Cheney -presidente y vicepresidente de EEUU", aseguraba el realizador.
"Es fácil culpabilizar a marines de 16 o 17 años, que a veces se comportan de forma un poco alocada, pero eso sólo evita ver que lo que ocurre es una consecuencia de la política que se toma desde el Gobierno", añadía.
Así comienza "La batalla de Hadiza". Un grupo de marines se divierte de forma un tanto irresponsable para sobrellevar la misión a miles de kilómetros de su familia, conduciendo a toda velocidad sus blindados y, tal cómo se explica en la película, sin saber por qué están allí.
No muy lejos de ellos, la vida continúa para los iraquíes entre las matanzas diarias, y una familia celebra la circuncisión de uno de sus miembros más jóvenes ajenos a las intenciones de los insurgentes.
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