Este artículo se publicó hace 15 años.
Los músicos cubanos lo tienen más fácil para entrar en EEUU
Los músicos cubanos están regresando a Estados Unidos después de una larga ausencia, aprovechando la melodía política más amigable del presidente Barack Obama.
La atmósfera más relajada entre los enemigos de la Guerra Fría es evidente sobre todo en las artes, que en el pasado ofrecieron un puente entre ambos vecinos, sin relaciones diplomáticas formales durante casi medio siglo.
Reconocidos músicos cubanos están obteniendo visados para actuar en Estados Unidos, en una señal de que la administración de Obama está promoviendo silenciosamente los intercambios culturales.
Omara Portuondo, la diva de 79 años del legendario grupo Buena Vista Social Club, fue invitada a presentar el mes pasado los premios Grammy Latinos en el Mandalay Hotel de Las Vegas, una ceremonia inaccesible para los artistas cubanos durante los años del Gobierno del ex presidente George W. Bush.
Pero tras asumir la presidencia este año, Obama prometió "relanzar" las relaciones con la isla de Gobierno comunista y suavizó ligeramente las sanciones, aunque mantiene el embargo comercial de 47 años y Cuba sigue en la lista de países que "patrocinan el terrorismo".
La flexibilización incluyó la eliminación de las restricciones para las visitas familiares de cubano-estadounidenses a la isla y ahora más visados para intercambios culturales.
A la visita de Portuondo sucedió una del Septeto Nacional, otra leyenda de la música tradicional cubana que acaba de regresar de una gira por Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami, bastión de los exiliados cubanos de línea dura.
"Todos los lugares donde tocamos estaban abarrotados. Los principales periódicos de Estados Unidos hicieron artículos sobre nuestro trabajo. El ambiente era muy favorable, incluso en Miami", dijo a Reuters el representante del grupo, Ricardo Oropesa.
Aunque la distancia ideológica entre ambos países es todavía abismal, el ambiente es suficientemente bueno para que Los Van Van, la banda de salsa más famosa de todos los tiempos en Cuba, esté planeando una ambiciosa gira de 70 conciertos en Estados Unidos el próximo año.
David Calzado y su Charanga Habanera, otro nombre importante de la música tropical cubana, está preparando un concierto de fin de año en Miami.
Y aunque los estadounidenses no pueden viajar a Cuba a menos que tengan licencias especiales, hay bandas preparándose para desembarcar en la isla. El grupo de funk Kool & The Gang anunció en su sitio web un concierto en La Habana en diciembre.
"SILENCIOSA APERTURA"
Dan Erikson, un experto en Cuba del Diálogo Interamericano en Washington, llama a esto una "silenciosa apertura" cultural.
"Aunque todavía es demasiado temprano para decir si esto representa un cambio significativo de política, indica que Estados Unidos y Cuba continúan reduciendo sus tensiones bilaterales de formas sutiles pero importantes", dijo.
Con más de 44 millones de hispanos, Estados Unidos es un importante mercado para la música latina. El apetito por los ritmos cubanos fue evidente con el éxito de Buena Vista Social Club, que vendió más de 1,5 millones de discos allí.
Los planes para llevar a Estados Unidos a músicos como Portuondo o los cantantes Silvio Rodríguez o Pablo Milanés fueron esbozados tan pronto como Obama emergió como candidato a la presidencia. El Departamento de Estado comenzó a aprobar visados en septiembre pasado.
Aún así, organizar un concierto de un músico cubano en Estados Unidos continúa siendo difícil, sostiene Bill Martínez, un promotor de espectáculos con base en San Francisco, que montó la reciente gira del Septeto Nacional.
"Es difícil traer grupos cubanos por la falta de confianza de los lugares de espectáculos, centros culturales y potenciales colaboradores. No creen que las visas serán emitidas y eso hace muy difícil obtener compromisos o confirmar la logística", explicó.
Los organizadores dicen que a menudo deben suplicar por los visados al Departamento de Estado. Además, según las regulaciones en Estados Unidos, los artistas cubanos sólo pueden recibir dinero por los gastos de transporte, alojamiento y dietas, pero no honorarios como en cualquier otro país.
"MIAMI HA CAMBIADO MUCHO"
Los músicos cubanos solían ir de gira por Estados Unidos durante tiempos de distensión como durante la administración de Bill Clinton en la década de 1990, pero dejaron de hacerlo después que Bush llegara al poder en 2001.
Tras ganar un Grammy en 1999, Los Van Van tuvieron que ver por televisión las siguientes cuatro nominaciones que recibieron, porque Washington no les concedió la entrada al país. Los cinco nominados en la categoría de Mejor Álbum Tropical Tradicional en 2004 eran cubanos y ninguno pudo asistir a los premios en Los Ángeles.
Tras el rechazo inicial, muchos exiliados terminaron aplaudiendo el concierto "Paz Sin Fronteras" organizado en septiembre por el cantante colombiano Juanes en la Plaza de la Revolución de La Habana.
"Miami ha cambiado mucho de hace 10 años para aquí", dijo Juan Formell, el líder de Los Van Van, al anunciar recientemente su gira por Estados Unidos.
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