Este artículo se publicó hace 15 años.
Una multitud espera para ver los tesoros de Yves Saint Laurent
Colas interminables de personas aguardaron el sábado para poder ver la inmensa colección de arte y muebles del difunto Yves Saint Laurent antes de que sean vendidos la próxima semana en la mayor subasta llevada a cabo en París en años.
La colección, creada durante cinco décadas por el diseñador y su socio y compañero Pierre Berge y albergada en sus suntuosos apartamentos de París, ha sido descrita como una de las más importantes en manos privadas.
Son más de 700 piezas que van desde pinturas de artistas como Picasso, Matisse o Degas hasta platería alemana del siglo XVII, esculturas de la Antigua Roma, bronces chinos, muebles Art Nouveau y broches del siglo XVIII.
"Rara vez he visto una colección de objetos tan diversa y variada que, sin embargo, encaja de un modo coherente, es algo tan excepcional", dijo François Du Vivier, de Bruselas, quien dijo estar considerando pujar en la subasta.
Exhibida en el museo Grand Palais en los Campos Elíseos, la colección será vendida por la casa de subastas Christie's durante tres días la próxima semana, con un beneficio estimado de hasta 300 millones de euros que se destinará a investigación médica.
El tímido e introvertido Saint Laurent, cuyos diseños revolucionaron la moda femenina, murió el año pasado a los 71 años y dejó su parte de la colección a una fundación filantrópica que estableció con Berge.
Los dos hombres eran ávidos compradores, buscando trabajos que frecuentemente eran poco conocidos en el momento y que su propia interés e influencia ayudaron a promocionar.
CELEBRIDAD
La crisis financiera que ha golpeado a muchos inversores ricos ha provocado que sea muy difícil estimar el resultado de la subasta, pero Christie's y Berge confían que será un éxito dado el interés despertado.
"Todavía hay una multitud de coleccionistas a diferentes niveles que van a competir, en algunos casos muy agresivamente", dijo Garner.
El evento ha sido ampliamente publicitado, con campañas fastuosas en revistas y especiales televisivos que podrían impulsar un interés similar al suscitado cuando se vendió el patrimonio de Andy Warhol en 1988.
"Estas subastas de celebridades pueden llevar a que por valor sentimental se paguen ciertos precios que normalmente no se conseguirían", dijo un veterano coleccionista que no quiso ser nombrado. "Yo mismo viví esa experiencia y pagué el coste".
Una controversia respecto al destino de dos esculturas de bronce chinas, obtenidas durante las guerras del opio del siglo XIX y que Pekín ha dicho que deberían ser devueltas estalló a comienzos de este mes, pero Berge minimizó la polémica.
"Yo las adquirí y estoy totalmente protegido por la ley, así que lo que los chinos están diciendo es un poco ridículo", dijo a Reuters, añadiendo que estaría dispuesto a devolverlas si China permitiese al Dalai Lama regresan del exilio a Tibet.Tíbet
Sea cual sea el resultado, Berge dice que no preocupa dividir la colección.
"Así es la vida de las obras de arte: pasan de una mano a otra, de casa en casa y de un continente a otro. Ese es su destino", dijo en el catálogo de la exhibición.
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