Este artículo se publicó hace 14 años.
Las mujeres pobres son menos propensas a recibir epidurales
Aun en el sistema canadiensede cobertura universal de la salud, las mujeres de bajosingresos son menos propensas que el resto a recibir anestesiaepidural en el parto, indicó un nuevo estudio.
Este resultado coincide con los de estudios en EstadosUnidos y otros países, y sugiere que existirían otras causasademás de la cobertura de salud.
La aplicación de la epidural consiste en la inyección deanalgésicos a través de un catéter en la zona baja de lacolumna, y se considera la forma más efectiva de analgesiadurante el parto.
Pero estudios previos habían sugerido que factoressocioeconómicos como el ingreso, el grupo étnico y la educacióninfluían en la posibilidad de recibirla.
En el nuevo estudio, publicado en American Journal ofObstetrics & Gynecology, los autores analizaron el uso de laepidural en más de 200.000 embarazadas en Ontario, Canadá, quetuvieron un hijo entre el 2004 y el 2006.
El equipo halló que la quinta parte de las mujeresresidentes en los barrios más pobres eran un 41 por cientomenos propensas a recibir anestesia epidural que la quintaparte de las participantes de los barrios más ricos. La mismadiferencia se observó entre las mujeres más y menos educadas.
Los efectos de los niveles de ingreso y educación semantuvieron aun cuando el equipo consideró factores como lasenfermedades maternas y las complicaciones del embarazo, quereducen el uso de anestesia epidural.
Dado que en Canadá existe un sistema de salud universal,los datos sugieren que también influirían otros factores en eluso de la epidural, señaló el equipo de Ning Liu, de laUniversity of Ottawa.
"Las características no económicas de la madre explicaríanbastante las diferencias", escribió el equipo.
Por ejemplo, la educación podría afectar la aceptación dela analgesia epidural. Las mujeres con mayor nivel educativotendrían más información y aceptarían su aplicación.
La etnia y la cultura también tendrían un rol. Existenevidencias de que, por ejemplo, las mujeres en Asia creen queel dolor del parto es natural y, por lo tanto, deben"tolerarlo".
Eso surge de las historias clínicas del parto de 220.814embarazadas en Ontario.
El 56 por ciento de las mujeres de los barrios más pobresde la provincia había recibido una epidural, a diferencia decasi el 69 por ciento de las mujeres de los barrios más ricos.
La educación marcó una diferencia aún mayor. Entre elquinto de las mujeres con menor nivel educativo, la mitad habíarecibido la analgesia epidural, a diferencia del 71 por cientode la quinta parte con mayor nivel educativo.
La anestesia epidural se usó menos en los hospitalespequeños, algo ya documentado en estudios previos. Pero sedesconoce por qué las diferencias por nivel de ingreso yeducación crecieron en los hospitales de comunidades pequeñas.
Según el equipo, hay que hacer más estudios sobre la bajatasa de uso de analgesia epidural en las mujeres de bajosingresos.
FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology,online 4 de enero del 2010
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