Este artículo se publicó hace 12 años.
Las mujeres del carbón, contra Goldman Sachs
Centrarán sus protestas esta semana en el puerto asturiano de El Musel donde el banco americano acumula mineral colombiano adquirido a muy bajo precio
Las mujeres del carbón, un colectivo oficioso que agrupa tanto a mineras como a esposas de mineros, centrará sus acciones de protesta esta semana en el puerto asturiano de El Musel, donde el banco americano de inversiones Goldman Sachs acumula mineral colombiano adquirido a muy bajo precio.
Una docena de mujeres del carbón paralizó el tránsito de mercancías por carretera hacia y desde el puerto gijonés la semana pasada y prevé volver a hacerlo en los próximos días, coincidiendo con una semana que puede ser decisiva para el conflicto que vive el sector.
Trabajadores y empresarios tienen la vista puesta en la reunión que se celebra este martes de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón. Este órgano deriva del acuerdo a tres bandas (patronal, sindicatos y Administración) que regula las actuales condiciones de la actividad minera -suele hablarse de las ayudas públicas, pero hay mucho más aspectos- y de sus decisiones dependen comarcas enteras de varias comunidades autónomas: Asturias, Castilla y León, Andalucía y Aragón.
La situación es tensa porque coinciden tres factores: primero, que los trabajadores llevan dos meses sin cobrar; segundo, que el Ministerio de Industria da por perdido este año y quiere negociar condiciones para el periodo 2013-18 (el que va desde el ejercicio que viene -cuando el sector ya estaría parado, según los cálculos de los sindicatos- hasta el final de las aportaciones de dinero público, de acuerdo con las vigentes previsiones de la Unión Europea), y, tercero, que empieza a pesar en el sector la presión que ejerce el acopio de material colombiano que está haciendo Goldman Sachs en los muelles de la dársena gijonesa.
Tal como informó Público.es hace días, el grupo neoyorquino almacena en el puerto asturiano de El Musel, situado en Gijón, centenares de miles de toneladas de carbón colombiano pagado al contado y que pretende vender en el mercado de futuros, una operación especulativa con la que espera obtener un beneficio astronómico. El mineral se compró en el mercado americano y está almacenado en la dársena asturiana a la espera de comprador, preferiblemente en Europa, donde los precios son muy superiores (el mineral se compró a poco más de 60 dólares y se puede vender a más de 90 para finales de este año).
El almacenamiento de carbón colombiano en Gijón es una operación cerrada por la dirección del puerto que nombró el gabinete de Francisco Álvarez-Cascos y consiste en hacer acopio de mineral en los diques gijoneses. Ya se han descargado 156.300 toneladas llegadas a Gijón desde Puerto Bolívar en el buque ‘Rugia' y se espera la llegada de otro flete similar en pocos días. También están sobre la mesa otros dos envíos de carbón que elevarían a 600.000 toneladas el material total almacenado al final en tierras gijonesas.
Pero esta segunda remesa tiene que ser autorizada por la nueva dirección del puerto, derivada de la victoria del PSOE en las elecciones autonómicas del pasado mes de marzo, que llevaron a la presidencia del Principado a Javier Fernández y al frente de la Autoridad Portuaria de Gijón a Rosa Aza. A estos socialistas -que gobiernan con los votos de Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia- les exige que paralicen las nuevas descargas previstas un frente común de la izquierda.
Pero el material sigue estando en la dársena asturiana y se ha informado, incluso, de que Hidroeléctrica del Cantábrico ya ha adquirido 50.000 toneladas para alimentar sus térmicas. Esta operación no está documentada, pero las informaciones que circulan al respecto han encendido los ánimos en contra de los intervinientes.
Hay que tener en cuenta que Goldman Sachs es uno de los nombres más conocidos en todo el mundo del conglomerado financiero que se ha dado en llamar ‘los mercados' y que se utiliza para justificar los recortes al Estado del Bienestar en la UE. De hecho, esta firma de Wall Street es una de las dos asesorías ‘independientes' que ha contratado el Gobierno de España para conocer cuál es el estado real de las cuentas de Bankia. Por esa auditoría, la empresa norteamericana cobrará un millón de euros.
La operación de Goldman Sachs es tanto más difícil de digerir cuanto que se realiza con material de un país (Colombia) que el sector conoce muy bien por las malas condiciones de trabajo en las minas, donde se emplea incluso a niños en condiciones de esclavitud.
Rocío Antela, una de las mujeres del carbón de Asturias, lo explica muy bien: "Un tubo fluorescente para una cocina doméstica se compra por seis euros, de media; pero a una mina europea le cuesta trescientos, por el coste de las medidas de seguridad con que se emplea y por las condiciones laborales de sus trabajadores". Medidas de seguridad y condiciones laborales que, obviamente, no se dan en Colombia.
Antela es ayudante minera en el Pozo Santiago de Hunosa (situado en el municipio de Aller, en la cuenca minera del río Caudal) y estudia Ingeniería Técnica de Minas en la Universidad de Oviedo. La comparación entre los costes de un fluorescente es un ejemplo que se maneja habitualmente en las aulas de su escuela universitaria, cuyo futuro está tan amenazado por el conflicto del carbón como las propias explotaciones.
En medio del tenso ambiente que vive el sector, algunos personajes están echando más leña al fuego: entre ellos, los dirigentes sindicales que alimentan la desunión del sector (que no son todos) y cargos públicos como el alcalde de San Martín del Rey Aurelio (un municipio minero de la cuenca del Nalón gobernado por el PSOE), al que le corresponde una dieta por acudir a la manifestación del día 13 en Madrid.
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