Este artículo se publicó hace 16 años.
Una misión humanitaria internacional intenta socorrer a Betancourt y a otros rehenes de las FARC
La misión humanitaria liderada por Francia para ofrecer asistencia médica a Ingrid Betancourt, en grave estado de salud tras más de seis años secuestrada por las FARC, se puso en marcha hoy con el aval de Colombia y la esperanza de que esa guerrilla permita socorrer a la política y a otros cautivos.
Se trata de una misión de los tres países "facilitadores" para un acuerdo humanitario con la guerrilla -España, Francia y Suiza-, y comenzó con un contacto "con las autoridades concernidas", informó en una escueta nota el palacio presidencial del Elíseo poco después de que el alto comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, anunciara el inicio de la operación.
"Esperamos que el esfuerzo que está haciendo Francia, y que apoya el Gobierno de Colombia, tenga un feliz éxito", manifestó Restrepo, quien subrayó que es necesario "que las FARC también abran la puerta para que la misión pueda adelantar su tarea. Eso es fundamental".
La misión humanitaria fue acordada el martes por los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y Colombia, Álvaro Uribe, en una conversación telefónica en la que el segundo se comprometió a suspender las operaciones militares en la zona donde se espera ofrecer ayuda médica a Betancourt.
La ex candidata presidencial colombiana, que también tiene nacionalidad francesa, padece graves problemas de salud, según versiones que han circulado en los últimos días, hasta el punto de que su hijo, Lorenzo Delloye, afirmó hoy que la vida de su madre es "cuestión de horas".
"En la selva colombiana, una mujer, mi madre, se dirige hacia la muerte. Sufre hepatitis B y leishmaniasis, que precisa de una transfusión sanguínea en las próximas horas" para salvarle la vida, afirmó el joven en una rueda de prensa en París.
El hijo de Betancourt lanzó un "último llamamiento" a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al presidente Uribe para que posibiliten la liberación de su madre, y les exigió "que afronten sus responsabilidades".
Sin embargo, Astrid Betancourt, hermana de la cautiva, afirmó que duda de que la rehén esté en huelga de hambre, como dijeron algunas fuentes los últimos días, al señalar que una cosa es que Ingrid rechace los alimentos por problemas de salud y otra que haya tomado la decisión voluntaria de dejar de comer para "dejarse morir".
"Una cosa es segura: en el vídeo del 24 de octubre (de 2007) que vimos el 30 de noviembre comprobamos que el estado de salud de mi hermana no era bueno. En la carta que envió a mi madre decía que tenía problemas para alimentarse, lo que no quiere decir que esté haciendo una huelga de hambre", declaró a la radio "France Info".
Al respecto, el periodista Carlos Lozano, dirigente del Partido Comunista Colombiano (PCC) y del semanario "Voz", afirmó hoy que, según "rumores", Betancourt "está ingiriendo alimentos y está en mejores condiciones", pero insistió en que todo son conjeturas.
Tanto París como Bogotá han mantenido en secreto los detalles de la operación humanitaria emprendida hoy, que se perfila incierta dado que, según indicaron a Efe fuentes próximas al caso, no ha habido respuesta de las FARC sobre si acogerán la misión.
Trascendió que en el avión que salió de una base militar cerca de París viajan, entre otros, el cuñado de Betancourt, Daniel Parfait, que es director de las Américas en el Ministerio francés de Exteriores, y el diplomático Noel Saez, que ha sido el emisario en los contactos anteriores con las FARC.
Según la televisión gala LCI, los diplomáticos habrían logrado mantener los contactos con las FARC pese a la muerte del número dos de esa guerrilla, "Raúl Reyes", en una operación militar colombiana en territorio ecuatoriano el uno de marzo pasado.
Por el lado colombiano, el comisionado Restrepo dijo que "dentro de este equipo vienen profesionales de alto nivel, con mucha capacidad técnica, muy cualificados para prestar cualquier tipo de atención", no sólo a Betancourt sino también a otros secuestrados del grupo de 40 que las FARC pretende intercambiar por medio millar de guerrilleros presos.
La Cruz Roja reiteró su disposición a ayudar en lo que sea posible para solucionar el drama de los secuestrados en Colombia, pero aclaró que la solicitud para que participe en la operación humanitaria debe ser de las FARC.
"La solicitud debe venir de las FARC porque ellos tienen a las personas (rehenes) en sus manos", dijo la jefa de la delegación en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Bárbara Hintermann.
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