Este artículo se publicó hace 15 años.
Misa multitudinaria en La Habana para despedir al sacerdote español asesinado
Alrededor de un millar de personas se congregaron hoy en la iglesia habanera de Santa Clara de Asís para asistir al funeral del sacerdote diocesano español Eduardo de la Fuente, encontrado el pasado fin de semana con pruebas de haber sido asesinado y cuyo cuerpo será repatriado este jueves.
El obispo auxiliar de La Habana Alfredo Petit encabezó el acto religioso, al que asistieron el otro prelado auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, el español Domingo Oropesa, obispo de Cienfuegos, así como el embajador y el cónsul general de España en Cuba, Manuel Cacho y Pablo Barrios, respectivamente.
El cadáver del religioso, hallado con señales de estrangulamiento y varias puñaladas el pasado sábado, según los detalles de la investigación que han trascendido extraoficialmente, será repatriado en un vuelo que saldrá este jueves y llegará a Madrid el viernes alrededor de las 12.30 horas (17.30 GMT).
Según fuentes consulares españolas, la familia desea sepultarlo el mismo viernes en la población madrileña en la que nació, Guadalix de la Sierra.
Los vecinos del barrio habanero de Lawton, donde se encuentra la iglesia de Santa Clara, que él atendía, vivieron con dolor la noticia de que su cuerpo había sido encontrado en las afueras de La Habana y que su coche fue hallado quemado en otro sitio lejano, un cañaveral en el municipio de Bauta, a unos 20 kilómetros de la capital.
Hoy el templo estaba a rebosar, con cientos de personas procedentes de distintas comunidades católicas de dentro y fuera de La Habana que quisieron estar presentes para dar el último adiós al religioso.
Según fuentes de la Iglesia Católica, éste es el primer caso de un sacerdote asesinado desde el triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959.
Una hora antes de comenzar la misa, el cuerpo fue recibido por Petit con un responso, antes de quedar expuesto para que decenas de personas pasaran por delante y se despidieran con repetidas muestras de emoción.
"He venido porque nunca fue párroco nuestro, pero todo lo bueno se conoce", dijo a Efe una mujer que prefirió no dar su nombre, de una comunidad distinta a la del asesinado.
Durante la misa, Petit destacó "por su caridad y amor a los pobres" el trabajo realizado por De la Fuente, que se estableció en Cuba hace algo menos de tres años pero que viajaba por temporadas a la isla desde hacía 10.
La muerte "siempre nos sorprende y sobre todo en estas circunstancias que nos ha tocado vivir", dijo el prelado, al pedir a los fieles que dejen a un lado las "elucubraciones" y "morbosidades", porque "lo demás lo dirá Dios con su palabra inescrutable".
Por su parte, el obispo Hernández indicó que el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, quien se encuentra estos días fuera de la isla, "constantemente ha estado siguiendo todo lo que ha sucedido en la archidiócesis".
Además, agradeció a todos los que contribuyeron directa o indirectamente para que "todo aconteciera de la mejor manera posible" tras el hallazgo del cadáver.
El cuerpo fue sacado de la iglesia en medio de una gran multitud que tributó al sacerdote un prolongado aplauso al que se unieron vecinos del barrio.
Las autoridades cubanas continúan con la investigación, en cuyo marco se han producido varias detenciones, aunque aún no se ha informado de la captura de los responsables.
De acuerdo con cifras de 2004 del Arzobispado de La Habana, en Cuba hay unos 340 sacerdotes, de los cuales 175 son extranjeros, incluidos 60 de origen español.
Además hay 600 religiosas, 205 cubanas y el resto extranjeras, según datos del 2008.
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