Este artículo se publicó hace 14 años.
El mejor arte paleolítico al aire libre
Veintidós años después su descubrimiento, la Estación Rupestre de Siega Verde, en Salamanca, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En el año 1988, el arqueólogo Manuel Santonja demostró que los dibujos que había debajo del Puente de Siega Verde (Salamanca), a orillas del río Águeda, no eran pinturas que hacían los pastores para matar el tiempo, sino que eran grabados paleolíticos de hace 20.000 años.
Salía a la luz lo que hoy muchos consideran que puede ser el futuro turístico de la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo, porque veintidós años después su descubrimiento, la Estación Rupestre de Siega Verde ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Son en total, 94 paneles con casi 600 grabados repartidos por un kilómetro de la margen izquierda del río Águeda, donde se aprecian figuras de bóvidos, cánidos y cérvidos. La mayoría se encuentran en Villar de la Yegua, municipio al que pertenece la población de Serranillo. Aunque también los hay en el término de Martillán, una pedanía perteneciente al municipio de Villar de Argañán, y en Castillejo de Martín Viejo.
Manuel Santonja era el director del Museo Arqueológico de Salamanca y, en 1988, cuando realizaban el inventario arqueológico provincial, hablaron, en el pueblo de Serranillo, con un pastor, Tomás, que les advirtió de que debajo del puente de Siega Verde había un grabado de un caballo.
"En cuanto lo vi, me di cuenta de que era un grabado del Paleolítico Superior", ha explicado Santonja, que en un principio pensó que era un grabado suelto, ya que en España no se tenía conocimiento de conjuntos de grabados de esta época. Sin embargo, días después vieron cuatro paneles más, aguas abajo del río Águeda, y, poco a poco, afloraron más grabados.
Manuel Santonja se ha mostrado muy crítico con la actitud de la Junta de Castilla y León en la conservación y puesta en valor de esta estación rupestre, para él "la mayor decepción profesional". En algunas ocasiones, la falta de protección provocó que los paneles sufrieran agresiones irreparables.
Sin embargo, a partir del año 2000, el yacimiento se valló y se colocaron cámaras de vigilancia y en 2005 la Junta cedió la gestión a ADECOCIR (Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Ciudad Rodrigo), que lo ha impulsado a nivel turístico y lo ha integrado en rutas internacionales.
Siega Verde fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial como una extensión de los sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Coa, zona portuguesa que limita con la provincia de Salamanca.
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