Este artículo se publicó hace 15 años.
Maribel Verdú, de madre de la postguerra a madrastra de Blancanieves
Tras el éxito de "Los girasoles ciegos", donde hacía de madre en la postguerra española, y con el intermedio de "Tetro", de Francis Ford Coppola, Maribel Verdú sigue planteándose retos en su carrera y entre los próximos está hacer de madrastra de Blancanieves en una película muda.
Entusiasmada por este y otros papeles que llenarán -con permiso del teatro- su vida cinematográfica hasta el próximo verano, una expresiva y relajada Maribel Verdú explica a Efe en Cagliari (Cerdeña), donde participa en el I Festival de cine español, que lo único que quiere hacer es películas que le gusten y en las que crea.
En los últimos años, tras el éxito de "Y tu mamá también" (2001) y de "El laberinto del Fauno" (2006), la madrileña ha asumido la vorágine en la que se ha convertido su carrera "con naturalidad y mucha normalidad" y relativizándolo "todo muchísimo".
"Hay que saber que en esta profesión hoy estás aquí, mañana allí, pasado en la mitad y como yo he vivido de todo, una cosa y otra, y he vuelto, es simplemente vivir las cosas con naturalidad".
"Lo único que quiero -insiste- es hacer películas que me gusten, que me parezcan interesantes, en las que crea, no quiero hacer películas por hacer películas o porque sean en América".
A lo que añade, sin acritud: "Ya tuve que hacerlo en mi pasado".
Por eso ahora disfruta con la posibilidad de elegir entre lo que le ofrecen, razón por la que ha rechazado muchos papeles "de los de espada, de guerrera, con uniforme", explica mientras simula uno de esos personajes.
En su lugar, y una vez que acabe la gira teatral con "Un Dios salvaje", que está siendo "la experiencia más enriquecedora" de su vida, se lanzará de cabeza a "tres proyectos maravillosos, los tres españoles, porque son los que más me han interesado de los que me han ofrecido".
El más arriesgado, una versión de "Blancanieves y los siete enanitos", en blanco y negro y muda -"pero muda muda, como en los años veinte", resalta sin parar de gesticular- que dirigirá Pablo Berger ("Torremolinos 73"), una "delicia de guión pero sobrecogedora".
Hará de la madrastra de Blancanieves. "Ya no estoy en edad y además mola más hacer la madrastra", explica de un proyecto que califica de "alucinante".
Luego, la ópera prima de Paula Ortíz, una directora aragonesa, que rodará la historia de tres mujeres en diferentes épocas de la vida y que "es estéticamente muy potente, estremecedora". Su título provisional es "De tu ventana a la mía" y estará acompañada de Bárbara Goenaga o Raúl Arévalo.
El tercer proyecto será una nueva película con Gracia Querejeta. "Trabajaría con ella toda mi vida, la suerte es que me haya vuelto a llamar y haya escrito un personaje maravilloso".
Además le permitirá explorar una profesión que nunca ha interpretado, la de policía.
"He hecho de puta, de monja, de aristócrata, de yo qué sé, de todo, pero eso no", afirma sobre su papel, un "secundario, precioso" porque no busca protagonistas, sino papeles que le gusten y en ocasiones los pequeños son "más potentes y más enriquecedores", explica.
En este mismo sentido recuerda su participación en "Tetro", una película intimista, especial. "A mí me gusta el resultado, creo que no ha gustado nada, pero a mí me gusta", dice, antes de añadir que es "muy personal, muy de él" y que, además, la experiencia de trabajar con alguien como Coppola "no te la quita nadie".
Ese tipo de cine personal es el que realmente interesa a la actriz, que cita entre sus películas favoritas a las de Rodrigo García, Jim Jarmusch, Neil Jordan o algunas de los hermanos Cohen o de Woody Allen.
"Quiero pelis que me lleguen, que me hagan sufrir, llorar, pero que me hagan algo y que por supuesto me entretengan", asevera rotunda.
Y lo dice con el mismo entusiasmo con que se toma todo en la vida. "Forma parte de tu manera de ser, de tu actitud, yo no sé vivir las cosas de una manera indolente y pasota, le pongo a todo mucho interés, ganas y entusiasmo".
Sobre el futuro, le gustaría trabajar con mucha gente. Con David Trueba y con Ariadna Gil o con Isabel Coixet, pero sobre todo, repetir con los directores con los que he trabajado y con los que se ha llevado bien, como Querejeta, Fernando Trueba, Gonzalo Suárez, José Luis Cuerda o Emilio Martínez Lázaro.
Mientras, sigue disfrutando del éxito de los trabajos ya hechos, como "Los girasoles ciegos", que se exhibió anoche en el Festival de Cagliari, donde fue ovacionada al final por los espectadores que llenaron la sala a cielo abierto y que aguantaron estoicamente la lluvia que empezó a caer casi desde el comienzo de la proyección.
Alicia García de Francisco
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